La Justicia de Tucumán imputó este sábado al principal acusado por el crimen de Zoe Robledo, la nena de siete años asesinada de un balazo en la localidad de San Cayetano, y dispuso que permanezca detenido durante los próximos cuatro meses mientras avanza la investigación.
El joven, identificado por el apodo “Chueco” y de 18 años, fue acusado por la Unidad de Homicidios I del Ministerio Público Fiscal (MPF), a cargo del fiscal Pedro Gallo, como presunto autor de homicidio doblemente agravado: por el uso de arma de fuego y por el concurso premeditado de dos o más personas.
La resolución coincide con la prisión preventiva dictada días atrás para otro imputado, de 19 años. Desde la fiscalía indicaron que el joven declaró que trabajaba como vendedor ambulante al brindar sus datos personales.
Durante la audiencia, el acusado solo pidió “custodia en su domicilio”, luego de que su casa fuera incendiada por vecinos tras la muerte de la niña.
Traslado y peritajes pendientes
Finalizada la imputación, el joven fue trasladado desde la División Homicidios hacia la Unidad 5 del Servicio Penitenciario de Villa Urquiza.
La jueza ordenó además su traslado al Cuerpo Médico Forense para realizar un informe antropométrico que será comparado con imágenes de una cámara de seguridad. La defensa sostuvo que el imputado presentaría lesiones, lo que también deberá constatarse.
Evidencias reunidas en la escena
La auxiliar fiscal María José Agüero detalló que el informe preliminar de la autopsia determinó que Zoe murió por un traumatismo encéfalo craneano grave. En el lugar del hecho, el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales halló:
- Una vaina servida, posiblemente calibre 9 mm, con deformación en uno de sus extremos.
- Alteraciones balísticas en una tela metálica y en tres chapas.
- Una mancha pardo rojiza en el patio de la vivienda.
- Un proyectil de arma de fuego.
Los peritos determinaron una correspondencia entre las alteraciones balísticas: “El disparo se efectuó desde afuera, en sentido noreste-suroeste, y de manera descendente”, explicaron.
Testimonios y riesgo procesal
Restan realizar dos entrevistas en Cámara Gesell a niños que presenciaron el hecho y que podrían aportar datos clave para la reconstrucción de la secuencia.
Agüero destacó que se trató de “un hecho cometido con extrema violencia, contra una víctima vulnerable y con riesgo para terceros”. También advirtió que, en caso de condena, la pena sería de cumplimiento efectivo, lo que “aumenta el riesgo de fuga”.
Fundamentos de la jueza
Al confirmar el plazo solicitado por la fiscalía, la magistrada señaló: “No puede desconocerse la inusitada violencia desplegada que provocó el deceso de la niña. La magnitud del daño es irreparable. Existe peligro de fuga y de entorpecimiento”.
La investigación continuará con la ampliación de pruebas, la revisión de cámaras y la toma de entrevistas clave para determinar responsabilidades y elevar la causa a juicio.
