En Argentina, en lo que va del mes de octubre hubo, al menos, 6 femicidios. En ese contexto, la Justicia de Tucumán decidió brindarle salidas transitorias a Pablo Macimiliano Amín, quien fue condenado a prision perpetua luego de asesinar a su expareja, desmembrar su cuerpo y arrancarle los ojos.
Tras haber cumplido parte de su condena y aduciendo haber presentado buena conducta durante su detención, el femicida solicitó los beneficios que la Justicia concede, los cuales finalmente le fueron otorgados. De acuerdo con lo reportado, Amín consiguió el permiso para salir del penal dos veces al mes durante tres horas, debiendo permanecer bajo custodia.
La decisión judicial, que fue aprobada por la jueza de Ejecución Penal y posteriormente ratificada por el Tribunal de Impugnación de Tucumán, se concretó pese a la oposición del Ministerio Público Fiscal (MPF).
Desde que el condenado, sentenciado a prisión perpetua, comenzó a ser visto en las calles de Tucumán, su presencia provocó malestar y rechazo entre la comunidad y reavivó la indignación por la brutalidad del crimen.
El femicidio de 2007
El femicidio de María Marta Arias, de 23 años, ocurrió la madrugada del 27 de octubre de 2007, mientras la pareja se alojaba en un hotel de San Miguel de Tucumán por motivos laborales.
Las pericias indicaron que Amín, oriundo de Santiago del Estero y de gran contextura física, primero estranguló a Arias, y después mutiló su cuerpo y le arrancó los ojos. El personal del hotel lo encontró desnudo, arrastrando el cadáver por las escaleras, en un estado de aparente delirio.
Durante el juicio, la defensa intentó argumentar que Amín era inimputable, alegando que había sufrido un brote de esquizofrenia paranoide y que incluso había simulado locura con discursos incoherentes y amenazas directas. Sin embargo, las pericias psiquiátricas demostraron que se trataba de una actuación, confirmando que Amín presentaba un trastorno de personalidad antisocial y una tendencia a la impulsividad.
Finalmente, Pablo Maximiliano Amín fue condenado a prisión perpetua por el delito de homicidio agravado por ensañamiento.