Tres fiscales se excusaron de intervenir en el caso del presidente de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Isidro, el juez Ernesto García Maañón (76), investigado por acoso sexual en el marco de una doble causa: una administrativa que avanza en la Suprema Corte bonaerense y una penal, recientemente abierta.
El escándalo con García Maañón
La denuncia fue presentada el pasado 16 de julio por una auxiliar letrada que trabajaba en la misma Cámara.
La mujer, que actualmente se encuentra con licencia psiquiátrica por trastorno de ansiedad, relató que fue víctima de insinuaciones sexuales, hostigamiento, intimidaciones con un arma de fuego y represalias laborales, todo ello durante un período de más de cuatro meses.
Según declaró, el juez habría reaccionado con violencia y humillaciones tras su negativa a establecer una relación íntima con él.
A pesar de la feria judicial, el caso generó fuerte revuelo en los tribunales sanisidrenses, de acuerdo con el diario Clarín. Tres fiscales se excusaron de intervenir —Facundo Osores Soler, Bibiana Alejandra Santella y Andrés Quintana—, hasta que el fiscal José Amallo, de la UFI de Tigre, aceptó hacerse cargo de la causa.
La denunciante ya fue aceptada como particular damnificada y es representada por el abogado Juan Saucedo. En tanto, García Maañón cuenta con la defensa del letrado Adrián Murcho.
El primer paso ordenado por el fiscal fue asignar a una psicóloga del Centro de Atención a la Víctima (CAV) para brindar contención a la funcionaria y evaluar cuándo estará en condiciones de declarar formalmente.
Sumario en la Suprema Corte bonaerense
En paralelo, el sumario administrativo avanza en el ámbito de la Suprema Corte bonaerense, donde ya habrían surgido testimonios que no solo respaldan la denuncia principal, sino que involucran al magistrado en otros episodios similares con al menos una segunda funcionaria.
Fuentes cercanas a la investigación denuncian que el camarista intenta presionar a testigos y evitar testimonios en su contra. Incluso, se menciona que una ex pareja del juez, también jueza, habría intentado intervenir para frenar declaraciones.
Pese a lo grave del caso, García Maañón pidió una licencia con goce de sueldo que fue aprobada hasta el 18 de agosto, por lo que no regresará a su despacho inmediatamente después de la feria judicial.
La querella exige que se le otorgue una licencia sin sueldo o que sea suspendido preventivamente, al tiempo que prepara una solicitud de jury de enjuiciamiento para removerlo de su cargo.
García Maañón es camarista desde 1998 y ya había sido noticia en 2023, cuando mató a dos de los seis ladrones que intentaron asaltarlo al salir de un torneo de tiro en Quilmes. Ahora, su figura enfrenta el escrutinio público y judicial más severo de sus casi tres décadas en la magistratura.