Hace poco más de una semana, Córdoba se paralizaba y estremecía por otra tragedia vial.
Un joven automovilista, ebrio según la Policía, chocaba de atrás contra dos autos estacionados en la banquina de la Circunvalación, en Córdoba capital. El resultado fue nefasto: murieron una mujer y un hombre. A su vez, otra automovilista resultaba con severas heridas.
Las víctimas fatales fueron Sol Anahí Viñolo (29) y Rodrigo Agustín Burgos (31). La sobreviviente, Fernanda Guardia (33).
Ambas mujeres habían tenido un desperfecto con el Suzuki Fun. Como la ayuda mecánica no llegaba, arribó Burgos en su Chevrolet Onix, un amigo, para darles una mano.
Fue en ese momento que apareció el Volkswagen Vento, desde atrás, presuntamente a altísima velocidad.
Desde aquel lunes 17 de mayo, el conductor del Vento permanece detenido e imputado por la Justicia.
Alan Alejandro Amoedo (27) se encuentra detenido en la Alcaidía e imputado por homicidio culposo agravado por dos ítems: el uso de un vehículo automotor y la pluralidad de víctimas. Además, está acusado por lesiones culposas calificadas.
A estos agravantes pueden agregársele dos más: manejar supuestamente a alta velocidad (la máxima era 110 km/h) y viajar alcoholizado (la Caminera indicó que Amoedo llevaba 2,07 de alcohol en sangre). Estos agravantes podrían surgir cuando los peritajes estén concluidos.
El muchacho está acusado por una figura penal culposa: se le achaca imprudencia, negligencia, impericia.
En caso de condena, podría recibir una pena que arranca desde los 3 y llega a los 6 años de cárcel.
La imputación (en manos del fiscal Tomás Casas) no le escapa a lo que marca la jurisprudencia en Córdoba desde hace años: las tragedias viales terminan catalogadas y juzgadas con la figura del homicidio culposo.
Esta jurisprudencia fue abonada por el Tribunal Superior de Justicia.
Varios dramas viales en Córdoba, en los últimos años, fueron caratulados inicialmente como homicidio por dolo eventual: una figura más gravosa al homicidio culposo.
El dolo eventual se da cuando una persona, representándose que puede causar una muerte con su accionar, sigue aun adelante y la provoca.
Este delito tiene una escala penal mucho mayor: de 8 a 25 años.
Sin embargo, ninguna tragedia terminó siendo condenada con esa figura en Córdoba. De todos modos, como una suerte de “fallos salomónicos”, varios tribunales aplican penas que rondan los cuatro años y mandan a prisión a los sentenciados.
La lucha de las familias
Las familias de las víctimas de la tragedia de la Circunvalación reclaman justicia y quieren ir más allá.
En los próximos días, cuando la actividad en Tribunales II se reanude a pleno, pedirán ser querellantes.
Reclamarán que la tragedia sea reencuadrada con la figura de homicidio con dolo eventual reiterado.
“En este drama no podemos estar hablando de una situación de negligencia, imprudencia o impericia. Acá hubo dolo eventual. Más allá de la pena que prevé esta figura, queremos que cambie la jurisprudencia en Córdoba. Ya es tiempo. Casos como este que pasó no pueden seguir siendo entendidos como hechos culposos”, dijo a La Voz el abogado Martín Fresneda. “Es hora de que cambie la jurisprudencia. Y el TSJ también tiene que entenderlo”, aseveró.
Fresneda, junto a su colega Claudio Orosz, serán los representantes legales de las familias Viñolo y Burgos.
Pretenden ser querellantes en la causa. A este bloque podría agregarse la familia de la sobreviviente.
“Las víctimas eran personas maravillosas, trabajadoras, profesionales, muy queridas. Murieron dos pibes que no hicieron otra cosa que hacer el bien. Es una tragedia infinita. Pero más allá del reclamo de justicia por ellos, queremos que cambie la forma de entender y juzgar estos hechos viales. No se puede seguir hablando de culpa”, remarcó Fresneda.
“Acá y en tantos otros episodios viales sucedió el dolo eventual. En Córdoba hay una jurisprudencia que ya es obsoleta... El TSJ tiene un temperamento inamovible. Iremos a la Corte, de ser necesario. En Córdoba, la Justicia no está a la altura de estos hechos viales. Porque los conductores están algunos años presos y luego ya están afuera...”, añadió.
No fue posible obtener una precisión del fiscal Casas. El funcionario no atiende a la prensa.
Desde su fiscalía, no obstante, señalan que el caso se encuentra bajo investigación.
Desastre automovilístico
Todo sucedió a las 16 del pasado lunes 17 del corriente en avenida de Circunvalación, cerca del cruce con la ruta 20, a la altura de barrio Sacchi, al sudoeste de Córdoba capital.
Si bien los peritajes de Policía Judicial no están concluidos, por el tipo de impacto y por la forma en que quedaron los vehículos), todo indica que Alan Amoedo habría circulado a una velocidad excesiva.
Según fuentes oficiales, en el lugar no se observaron frenadas.
Otro punto agravante es que el joven –según se informó desde la Caminera– circulaba con un “máximo excesivo” de alcohol en sangre.
El máximo para la Circunvalación (al ser una ruta) es 0%.
De todos modos, el fiscal Casas ordenó un test de Policía Judicial.
El Vento chocó el Onix y luego al Suzuki para luego terminar en un canal de desagüe. Burgos y Viñolo murieron a los pocos instantes.
“Se llevó puesto de lleno el auto del muchacho y, por alcance, el coche de las chicas. Fue un impacto muy fuerte y bien de lleno; no fue un golpe lateral, fue de lleno”, graficó una fuente de la investigación.
Fernanda Guardia, en tanto, resultó con severas lesiones en piernas.
Alan Amoedo, en tanto, resultó ileso. Quedó detenido ese mismo día.
No fue indagado aún. No es posible conocer su posición exculpatoria.
“El auto en ruta es un objeto de riesgo. Y en casos como este, es un arma cargada. No podemos estar hablando de una figura culposa. Esto es dolo eventual. Hay que cambiar la visión”, señaló el abogado.
Los abogados no descartan, si se comprueba alguna responsabilidad superior, accionar judicialmente contra alguna entidad estatal.
