Una emotiva primera audiencia se celebró en la Cámara 9ª del Crimen de Córdoba al iniciarse el juicio con la palabra del acusado que provocó la “tragedia de la Circunvalación” y de la víctima que sobrevivió pero perdió a su pareja y a su amigo.
Alan Alejandro Amoedo (31) abrió el debate con su declaración, en la que eligió declarar y contestar preguntas. Además de decir que no tenía ganas de vivir, que estaba muy arrepentido y que no sabía qué hacer para eliminar el dolor a los familiares de las víctimas, volvió a querer justificarse con la idea de que fue tocado por otro vehículo que desvió su trayectoria.
Hace un año, durante la siesta del 17 de mayo de 2021, el conductor del VW Vento embistió y mató a Sol Viñolo (29) y a Agustín Burgos (31), y provocó severas lesiones a Fernanda Paz Guardia Carrasco (34).
También Amoedo ensayó excusarse con relación al consumo de alcohol y cocaína.
El querellante Claudio Orosz evitó que disimulara que trabajaba al momento del siniestro en una distribuidora de bebidas donde se expende alcohol. También hizo resaltar que si se drogó con cocaína un jueves no era consumo de estupefacientes en días en que no trabajaba.
No hay que olvidar que se publicaron varios videos de Amoedo en los que se lo ve consumiendo alcohol, algo que no lucía como ocasional o social.
En otro pasaje de su exposición, el acusado recordó que cuando llegó la Policía Caminera, le efectuaron un control de alcoholemia con una pipeta y dio positivo.
Luego, lo esposaron y lo cargaron en un móvil. Según los peritajes, registraba 2,01 gramos de alcohol por litro de sangre, algo que excede con creces todos los índices de lo tolerable. Además, se estableció que tenía restos de cocaína en su organismo.
En varios pasajes de su declaración, el joven acusado lució emocionado y pareció llorar. Hasta la querella reconoció que fue una buena actuación. “Amoedo tiene derecho a mentir. Fue un acting muy bien preparado por su defensa”, dijo Orosz.
Luego fue el turno de Fernanda Guardia, quien relató cómo vivenciaron la sorpresiva irrupción del Vento cuando estaban sentados en el pasto y esperaban la grúa.
La aparición del bólido a una velocidad excesiva hizo que Sol y Agustín murieran instantáneamente, mientras que ella demoró varios segundos en saber qué le había pasado.
Más tarde, comprobó que tenía daños severos en ambas piernas y lesiones internas en los órganos que la mantuvieron semanas en terapia intensiva, al borde de la muerte.
Luego, Fernanda relató los pesares que arrastra con las secuelas. Heridas que se infectan permanentemente, prótesis que debe remover, segmentos óseos que le faltan, antibióticos que deberá tomar de por vida y dolores constantes que se suman a su padecimiento general, no poder caminar. La “sobreviviente” lleva una vida de sufrimiento, porque no es autoválida y necesita de otra persona para realizar movimientos domésticos elementales.
Al finalizar su testimonio, Fernanda lanzó a la audiencia una exhortación, un anhelo de lo que debería ser, gracias a la Justicia: “Que no se puede manejar borracho, que se puede ir a trabajar, volver a tu casa sin sufrir nada raro, llamar a un amigo para que te ayude y no pierda la vida, no perder las piernas... nunca pensé que podía llegar a morir”. Luego, en clara referencia a los tribunales, reflexionó: “Si esto no sigue pasando, sí que es esperanzador”.
Al salir de la sala a un cuarto intermedio, Fernanda respondió a la pregunta de un periodista que le insistió que Amoedo había pedido disculpas y había dicho que no tenía ganas de seguir viviendo. “Bueno, que pague con su vida en la cárcel, si es lo que siente”, respondió.
El dolo y la culpa
En el debate, estaba presente Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Consultado por La Voz, dijo: “Este caso necesitamos que marque un antes y un después en la respuesta judicial a los siniestros viales y aquí estamos para contribuir a un mejor veredicto”.
Luego, añadió: “Cuando se consume alcohol, se maneja a una velocidad excesiva, se circula por la banquina y además se graban imágenes preparatorias de todo este hecho y se sube a las redes, necesitamos que la Justicia actúe en proporción con el daño causado”.
El querellante Orosz fue consultado si en este juicio puede quebrarse la “tradición” de los tribunales de Córdoba de no fallar con dolo eventual en lo que respecta a crímenes viales. “Lo que nosotros intentamos es que cambie la jurisprudencia decimonónica del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba y, si no la cambia, llegaremos a las máximas instancias nacionales y, si es necesario, internacionales. Pero esto no va a quedar impune”, concluyó terminante.
Jornada clave
La primera audiencia fue “fuerte” en cuanto a emociones porque declararon el causante de la tragedia, la sobreviviente, la madre y el padre de Sol y la mamá de Agustín. Todos dejaron impresiones del verdadero efecto que provoca en las víctimas y sus familiares el flagelo de los crímenes viales. El fenómeno, se señaló en la audiencia, es la mayor causa de muerte entre jóvenes de entre 18 y 35 años.
Pero la próxima audiencia, por celebrarse este jueves, promete ser rica en “prueba”, ya que los testimonios pedidos por la querella y el fiscal Gustavo Arocena traerán a la sala al menos a cuatro testigos presenciales de lo que ocurrió. Además de tres policías, se espera que concurran varios automovilistas a los que Amoedo sobrepasó a gran velocidad y por lugares inapropiados. El relato que ya está en la acusación acaso pueda aportar en lo presencial una mirada interesante sobre el encuadramiento del hecho como homicidio culposo o con dolo eventual.
