Comienza este martes el juicio más esperado del año, el de la “tragedia de la Circunvalación”. Hace exactamente un año, el conductor Alan Amoedo (29) mataba con su Volkswagen Vento a Sol Viñolo (29) y Agustín Burgos (31), a la vez que dejaba gravemente herida y con secuelas definitivas a Fernanda Guardia (34) al embestirlos en la banquina de la autopista que circunda la capital cordobesa.
En la Cámara 9ª del Crimen de Córdoba se desarrollará un debate que tiende a dilucidar la responsabilidad que le cabe a un conductor que manejaba borracho -con más de 2 gramos de alcohol por litro de sangre-, drogado con cocaína y que guiaba su auto de forma temeraria, a velocidad excesiva y por la banquina.
En ese lugar estaban las víctimas esperando el auxilio al auto de Sol, que se había descompuesto. Amoedo venía realizando maniobras temerarias, según reportan numerosos testigos, y terminó por pasarles por encima a Sol, Agustín y Fernanda.
La pregunta central de este juicio es respecto de si esa conducta queda configurada en crímenes viales cometidos bajo la idea de un dolo eventual, aquella que habla de una persona que se representa el daño que puede cometer cuando transgrede las normas y conduce de manera más que imprudente. Lo contrario, sería hablar de culpa, por imprudencia o negligencia.
Por cierto, las condenas previstas para dos homicidios culposos son muy inferiores a las de homicidios simples con escala penal de 8 a 25 años de prisión.
En el caso de esta tragedia, si no se habla de dolo, se configuran las condiciones de una “culpa temeraria” y Amoedo parece reunir varias de ellas, como el exceso de velocidad, conducir bajo efectos de estupefacientes o alcohol en sangre y transgredir las normas de tránsito. En este caso, según una reforma reciente, la pena se sitúa entre tres y seis años de prisión.
Antes de llegar a este juicio, la defensa de Amoedo intentó suspender el juicio a prueba (probation), a cambio de hacer tareas comunitarias. Ya en cámara, se intentó un juicio abreviado, que también fue rechazado. La pretensión, en este caso, era recibir una condena de tres años de prisión en forma condicional y continuar en libertad.
Además del encuadramiento culposo, los familiares y amigos de las víctimas se han quejado porque, desde un principio, Amoedo ha estado libre y llega a este juicio en esa condición. Por las pérdidas humanas de Sol y Agustín y las lesiones irrecuperables de Fernanda, pero en especial por el modo en que el acusado generó esta tragedia les resulta incomprensible que no obtenga un castigo con un encuadramiento diferente.
Como se aprecia, ya nadie habla de si Amoedo es o no culpable. Pocos parecen considerar esa posibilidad, si bien al comienzo negó haber sido responsable y hasta argumentó que había sido tocado por un camión.
En las últimas semanas los allegados a las víctimas han incrementado sus reclamos y hasta llegaron al ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, Julián María López. Fuera de la sala de audiencias y de Tribunales 2, habrá mucho público movilizado.
La acusación será llevada a cabo por el fiscal Gustavo Arocena y el tribunal estará integrado por los vocales Gustavo Rodríguez Fernández, Martín Bertone y Carlos Cornejo.
