Los trágicos hechos ocurridos en la ciudad de Córdoba durante la tarde del martes 13 de diciembre de 2022, mientras Argentina superaba a Croacia en la semifinal del campeonato Mundial de fútbol, llegarán a juicio oral y público.
En el banquillo de los acusados deberán sentarse siete personas, con grados de responsabilidad y delitos bien diferentes: el múltiple asesino Roberto José Carmona (61) debe responder por el asesinato del taxista Javier Rodrigo Bocalón (42); seis guardiacárceles chaqueños porque dejaron que se escape y su esposa Ángela Elizabeth Etudié (72) porque supuestamente le facilitó las llaves de su casa, para que huyera en un electrizante raid delictivo.
El fiscal Horacio Vázquez cerró la investigación y elevó las actuaciones a juicio para que una cámara del crimen sea sorteada para hacer el debate abierto.
Carmona es uno de los criminales más peligrosos del país, con varias condenas a prisión perpetua por homicidios y ahora cometió el cuarto asesinato de su vida.
Luego de raptar y matar en enero de 1986 a Gabriela Ceppi (17), cometió dos crímenes más en las cárceles de San Martín (Córdoba) y Chaco.
Desde finales de la década pasada venía haciendo visitas a su esposa Ángela, con traslados frecuentes y custodia de efectivos del Servicio Penitenciario de la provincia litoraleña. Pero la comitiva que lo acompañó en diciembre pasado para alojarse unas horas durante la disputa de la semifinal del Mundial de fútbol se relajó y permitió el escape.
Sucedió en barrio Las Violetas de Córdoba Capital.
La instrucción evalúa además, que la mujer le suministró apoyo logístico al peligroso criminal para que huya.
Los seis guardiacárceles que deben responder por estos hechos son: David Rubén “Rompe” Bravo (32), Walter Gustavo “Frodo” Gómez (40), Leandro Omar “Leo” González (33), Juan José “Ato” Penayo (29), Liber Omar Salinas (42) y Jorge Antonio “Viejo” Sánchez (42).
En la causa, representados por el abogado penalista Carlos Nayi, actúan como querellantes los familiares del taxista asesinado, quienes además de reclamar justicia por el crimen, han emprendido una serie de acciones para rescatar la figura del trabajador del volante, en el barrio donde residía.
Además, Nayi solicitó que se investigue a la jueza chaqueña que autorizó las salidas transitorias -con custodia- de Carmona a la provincia de Córdoba para visitar a su esposa.
El traslado con custodia de un multihomicida resultaba mucho más dificultoso y peligroso que el de una mujer que podría haber viajado al Chaco sin custodia y con toda la seguridad para terceros.
Las razones de salud de ella podrían haberse superado con algunos recaudos mínimos, a menor costo y sin daños irreparables.
Distintas responsabilidades
Los hechos que se le adjudican a Carmona, con sus respectivas figuras penales, son muy graves.
El fiscal Vázquez lo acusa en el primer hecho de la requisitoria por los delitos de “evasión”, “robo calificado por el uso de arma” en concurso ideal con “homicidio criminis causae”, aquel crimen que se comete para garantizar la impunidad o consumar otro delito.
En caso de condena con esa figura, corresponde la perpetua.
Tras matar al taxista Bocalón, el múltiple asesino continuó su raid criminal en una temeraria huida que podría haber ocasionado otras muertes. A metros de estrellar el taxi, Carmona robó el auto a una pareja en un supermercado, utilizando la misma cuchilla con la que había asesinado al taxista.
Luego hirió con esa arma blanca a dos mujeres a quienes quiso robarles otro auto.
Por esos dos hechos, Vázquez le asigna el delito de robo calificado por el uso de arma, reiterado.
La situación de los guardias
A los guardiacárceles chaqueños los mandó a juicio como presuntos autores de un delito presuntamente culposo, favorecimiento a la evasión.
Vázquez entendía que se trataba de un hecho doloso, pero la jueza de Control Celeste Ferreyra cambió la figura y dejó libres a los penitenciarios hasta el juicio oral.
El mismo delito, pero doloso, le asigna el instructor a Ángela Etudié por facilitarle la llave de entrada de la puerta principal de la casa de barrio Las Violetas, en el extremo oeste de la ciudad de Córdoba.
Fundamentos
Entre los reproches que marca el funcionario judicial, se indica que Carmona “se fugó del domicilio donde gozaba de salidas transitorias concedidas en su calidad de condenado en una causa penal, aprovechando las facilidades que su esposa Etudié y quienes tenían a su cargo su custodia y vigilancia le brindaron, tras lo cual -mediante el empleo de un arma blanca- se apoderó ilegítimamente de un vehículo taxi a cuyo chofer –la víctima Bocalón- asesinó con dicha cuchilla, a fin de facilitar y consumar la sustracción del rodado y asegurar su fuga”.
Luego, dice el fiscal, “amedrentó a los ocupantes de un auto lanzándoles estocadas y de este modo se apoderó ilegítimamente del rodado”.
Finalmente, y siempre con la misma arma blanca utilizada, “profirió heridas cortantes a las ocupantes de otro automóvil, logrando de este modo apoderarse ilegítimamente del control de la alarma de seguridad de aquél”. Sobre los guardiacárceles que custodiaban a Carmona en su visita a esta provincia, Vázquez dice que “omitieron guardar la debida diligencia que su cargo implicaba al no ejercer control visual sobre el condenado” en la casa donde estaba de visita, “a consecuencia de lo cual se produjo la fuga”.
A la mujer le reprocha que “intencionalmente realizó aportes favorecedores a la fuga”.
