El barrio Obrero de la ciudad de Río Cuarto no sale de su asombro y conmoción tras la muerte de un adolescente de 14 años, presuntamente asesinado por su madre.
El caso ocurrió en horas de la noche del miércoles. La víctima recibió múltiples puñaladas. La mujer se encuentra detenida mientras avanza la investigación con estudios para determinar si tiene alguna patología mental.
Filicidio en Río Cuarto: qué dijo uno de los vecinos
En dialogo con Puntal, Cesar Herrera, un vecino de la zona, contó sus sensaciones y dijo que todavía no cree lo que sucedió.
“Conozco a la familia hace mucho tiempo, una familia buena. Trabajé con ellos, me dieron changas, tanto el hombre como la mujer eran trabajadores”, comentó el hombre.
Tras esto, reiteró su desazón y que nunca vio nada que le hiciera pensar un desenlace tan trágico: “No lo puedo creer”.
“Eran vecinos muy buenitos. Me dieron de todo; bolsones de ropa, plata, trabajo, hasta me dieron de comer alguna vez. La verdad todavía no lo creo”, añadió.
Consultado si sabía de alguna condición que pudiera tener la mujer, Herrera dijo: “No tengo idea si tenía algún problema, yo los veía todas las mañanas. No sé qué pasó”.

“No me pasa por la cabeza todo lo que pasó. Creo que ella no lo hizo, siempre fue buena. La conozco desde hace mucho tiempo”, lamentó.
Finalmente, el hombre comentó que el adolescente no era de salir mucho, pero que siempre “lo vio bien”. “Yo volví anoche al barrio y vi a la mujer esposada, no entendía nada. No lo podía creer”, concluyó.
Conmoción en Río Cuarto
Al tiempo que la conmoción se extiende en la ciudad de Río Cuarto y en la provincia tras el asesinato de un adolescente de 14 años, ultimado de varias puñaladas, su madre de 47 años quedó detenida como la supuesta autora.
La sospechosa fue imputada provisoriamente por homicidio calificado por el vínculo por orden del fiscal Pablo Jávega, quien dispuso una serie de medidas procesales.
Entre las directivas, está la evaluación psicológica de la mujer y la realización de peritajes psiquiátricos.
El objetivo es establecer si, como se sospecha de manera inicial, tuvo algún padecimiento psiquiátrico.
Una versión, no confirmada, daba cuenta de que podría ser esquizofrénica y podría haber tenido algún brote.

De todos modos, resta esperar el avance de la investigación que incluye la realización de peritajes varios y la toma de testimonios y la búsqueda de testigos. También se analizan comunicaciones.
El crimen se produjo cerca de la medianoche del miércoles en Aníbal Ponce al 1100, barrio Obrero, donde la mujer (separada) vivía sola con uno o dos hijos. El joven sufrió más de diez cortes, uno fatal en el cuello.
“No tengo prueba para sostener que es inimputable aún (…). Debemos pedirle a un médico que nos interprete y nos sepa dar un diagnóstico más certero sobre si ese cuadro está vigente o no y cómo puede incidir en la conducta de esta persona”, dijo el fiscal a La Voz.
Ataque en el hogar y conmoción
Quienes viven en proximidades del lugar del hecho aseguran que jamás sospecharon de violencia intrafamiliar. Hay versiones que dan cuenta de que la acusada dijo haberse quedado dormida junto a su hijo y que luego despertó en medio del cuadro de horror.
Se afirma que habría sido ella quien llamó al exmarido para pedirle auxilio. Y que el padre del joven solicitó a los vecinos llamar a una ambulancia y a la Policía.
El fiscal Jávega admitió haber secuestrado elementos importantes para la causa en el lugar del hecho, entre los que podría estar el arma homicida, un elemento punzo cortante.
Algunas versiones dan cuenta de que los padres del joven son trabajadores, estaban separados y la mujer recientemente había sufrido un accidente con una moto.