Mientras aumenta la angustia de la familia de Anahí Ester Bulnes (36) por su desaparición hace varios días en Córdoba, los Bomberos secuestraron elementos abandonados en un terreno próximo a donde desapareció la docente.
En los últimos días se registró la detención de un sospechoso y se han llevado a cabo numerosos rastrillajes por parte de cuerpos especiales de la Policía y forenses del Poder Judicial. Si bien se han recolectado pruebas que están en proceso de investigación, la mujer sigue sin aparecer.
Este viernes, los familiares de la mujer dieron una conferencia de prensa para pedir ayuda en la búsqueda de la docente: “Nosotros queremos que ella aparezca con vida”, dijo visiblemente emocionado su papá, Carlos Bulnes.
Lo que se encontró este sábado en Córdoba
Los elementos hallados por personal de Bomberos fueron entregados a Policía Judicial para efectuar los peritajes, informaron a La Voz fuentes con acceso a la causa que no resulta nada sencilla.
La madrugada de su desaparición, Anahí se encontró con un hombre, presumiblemente Santiago Campos Matos, quien se ganaba la vida como cocinero. No eran pareja, no eran amigos, sino que tenían una relación personal, según surge de la causa.
En ese marco, habrían caminado varias cuadras hasta el departamento del hombre en Olmos y Guzmán. El cocinero vivía en la planta baja, solo, desde hacía pocos meses.
En el inmueble, la Policía encontró restos de sangre humana en distintos puntos, cuyo peritaje deberá determinar a quién le pertenece.
El lugar de por sí era un espanto, ya que además de los restos de sangre (lavada), tenía armas blancas y un folleto con el rostro de Anahí dentro de una mochila.
El sospechoso los miró y les dijo: “Eso me lo pusieron ustedes. Ustedes me quieren ‘cargar’ la desaparecida que andan buscando”, según voceros. Ninguno de los policías le había dicho el motivo del allanamiento. La fiscal ordenó detenerlo e imputarlo por presunto homicidio.
Una filmación muestra entrando a ese edificio a una pareja. Creen que eran ellos. Anahí vestía de negro. A la mujer no se la ve salir más.
