El fenómeno no es nuevo, pero no se detiene. Es más, pareciera estar en pleno crecimiento. La utilización de drones para introducir celulares y drogas en los pabellones de las cárceles de Córdoba se sigue expandiendo por parte de bandas.
En las últimas horas, al menos dos drones fueron “bajados” por personal penitenciario en la Cárcel de Varones de Bouwer, ubicado pocos kilómetros al sur de la periferia de la Capital. Cada uno de los aparatos contenía dosis de cocaína como así también al menos un celular e implementos para su uso.
Estos elementos iban a ser entregados a reclusos varones.
Los drones fueron divisados y “neutralizados” por guardiacárceles.
¿Cómo? Hay dos versiones: una señala que los uniformados apostados en los techos de un módulo carcelario lograron manotear los pequeños cargamentos de drogas y celulares que estaban sujetos a través de sogas a los drones y así lograron bajar todo.
Otra versión señala que directamente hicieron disparos con armas largas reglamentarias.
No hay detenidos por el momento. Hay una causa judicial abierta.
Lo concreto es que el pasado viernes 9 del corriente, pasadas las 22, se logró dar con un dron que trasladaba un paquete sujeto con sogas y que contenía dosis de cocaína, un celular, tornillos y una llave del 10 y cinta aisladora, entre otros elementos.
El aparato sobrevolaba el pabellón A 2 de Bouwer, informaron fuentes oficiales.
El sábado, también a las 22, guardiacárceles que estaban de guardia lograron dar de baja a otro dron que estaba sobrevolando cerca del puesto 1 del mismo presidio.
En el aparato se hallaron dosis de cocaína, un puesto USB, un auricular y una plaqueta cargador, entre otros elementos, según trascendió.
Una versión señala que otros aparatos fueron secuestrados en estos días pero no está confirmado ni desmentido por las autoridades.
No es la primera vez que en el presidio de Bouwer se detectan y secuestran drones cargados con dosis de estupefacientes y celulares e implementos. Esta situación ya se ha repetido en otros establecimientos carcelarios de la provincia, como Cruz del Eje, San Francisco, Río Cuarto y Villa María.
El ingreso y uso de celulares está absolutamente prohibido en las cárceles. Estos aparatos, por lo general son usados, por presos para la concreción de numerosos delitos como por ejemplo las estafas telefónicas contra incautos muros afuera.
Un celular es revendido en una cárcel al doble o hasta el triple del valor que puede tener en cualquier negocio de telefonía.
