La semana pasada, la Justicia acusó en Bariloche a 21 miembros de una presunta secta rusa, liderada por Konstantin Rudnev, quien ya tenía antecedentes penales en Rusia y era buscado en Montenegro por cargos similares.
La investigación en Argentina se inició tras el parto de una joven en un hospital local, levantando sospechas sobre las intenciones del grupo, incluyendo la posible obtención de documentos argentinos para el líder. 20 de los detenidos fueron liberados pero no pueden salir del país, mientras Rudnev permanece preso, acusado de trata, reducción a la servidumbre y falsificación.
Ahora, la investigación revela detalles sobre el control extremo dentro de la secta, como el racionamiento de alimentos bajo llave y castigos por incumplimiento.
El escape fallido y la detención espectacular
El operativo, llevado a cabo por la Policía Federal, la Policía de Río Negro y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), se concretó en los aeropuertos de Bariloche y Aeroparque el pasado 28 de marzo. Los 21 integrantes de la organización intentaban salir del país con destino a San Pablo, Brasil.
La detención de Rudnev tuvo un momento de tensión cuando intentó cortarse el cuello antes de ser aprehendido. En total, 19 mujeres y un hombre fueron liberados bajo ciertas condiciones, pero Rudnev permanece detenido en el penal de Rawson.
A pesar de la liberación, tienen prohibido salir del país durante un año y deben presentarse semanalmente en la comisaría.
Acusaciones escalofriantes: de la trata a las alacenas cerradas
La investigación judicial que culminó con estas detenciones se inició tras el parto de una joven rusa en un hospital de Bariloche. Las actitudes sospechosas de las dos mujeres que la acompañaban, quienes intentaron alterar la documentación del bebé, alertaron al personal de salud y dieron paso a la intervención policial.
La fiscalía sospecha que la intención era inscribir al niño con el apellido de Rudnev para que éste pudiera obtener la residencia argentina y eludir una orden de captura internacional.
El fiscal federal de Bariloche, Fernando Arrigo, detalló que la organización buscaba instalarse entre Argentina y Brasil para refundar la secta Ashram Shambala. Rudnev, quien tenía antecedentes penales y había escapado de la justicia de Montenegro en octubre de 2024, buscaba la residencia permanente en Argentina para evitar los controles migratorios.
Las revelaciones de la investigación son impactantes. Se descubrió que los miembros de la secta eran sometidos a un régimen estricto con “alacenas con candado” y recibían “castigos por haber comido un pedazo de pan”. Arrigo también mencionó que se observó deshidratación y baja alimentación entre los detenidos, lo que generaba un estado de confusión.
Un líder con un pasado oscuro y la uuida de Montenegro
Según información del medio RTV Niksic, Rudnev se había instalado en Montenegro tras cumplir una condena en Rusia en 2021.
En Montenegro, una denuncia llevó a la Policía a investigar sus actividades en un hotel de Žabljak, donde se presume que filmaba “pornografía ritual” y violaciones en grupo bajo la excusa de prácticas de yoga. Al iniciarse la investigación en Montenegro, el grupo comenzó a viajar paulatinamente a Argentina.
La Justicia argentina continúa investigando el caso bajo secreto de sumario. Uno de los focos principales es determinar quiénes dentro del grupo eran víctimas de la secta y quiénes eran cómplices de la organización criminal.
A pesar de que 20 personas fueron liberadas, la causa sigue su curso y se esperan pericias clave para desentrañar completamente el funcionamiento de esta presunta secta rusa en Bariloche. La defensa legal inicial de Rudnev y su supuesta pareja se vio frustrada cuando el abogado contratado denunció que no se le permitió contactar a su cliente ni acceder al expediente judicial.