De héroe a asesino. En esa línea osciló en pocos días la vida de Hernán Vietti Colomé, un médico veterinario santafesino que, radicado en San Francisco, tenía su clínica propia y terminó condenado por homicidio en 2020, al darle muerte a un sicario que él mismo había contratado para atacar a su hermano, tres años antes.
El trasfondo: una herencia familiar.
Esta semana, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la sentencia de 17 años de prisión contra Vietti Colomé, luego de que la defensa intentó hacer valer hasta la última instancia el argumento de la legítima defensa en un intento de robo, la versión que el veterinario quiso instalar una vez cometido el homicidio.
El máximo tribunal, compuesto por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, declaró el recurso inadmisible y dejó la sentencia firme.
El caso fue muy controvertido en su momento. Primero, por la sensación de injusticia en la gente que veía detenida a una persona que solo se había defendido ante un ataque. Sin embargo, la Justicia logró determinar que su relato era falso.
La legítima defensa que se desvaneció rápidamente
Apenas iniciada la primavera de 2017, un 22 de septiembre, Jorge Jaider ingresó a la veterinaria de calle Iturraspe 1232, zona céntrica de San Francisco.
Su objetivo era cobrar un dinero que Vietti Colomé le debía por haberlo contratado para hacer un trabajo: “sacarlo del medio” a Lucio Vietti Colomé (el hermano) para dirimir una cuestión de herencia familiar.
Sin embargo, todo se salió de las manos. El veterinario entendió que Jaider lo estaba estafando, ya que le pedía dinero y no cumplía con lo requerido.
Del otro lado, surgían amenazas –con un cuchillo en mano– de contar la verdad, por lo que el profesional prefirió tomar el toro por las astas y darle coto al pleito.
Según el expediente judicial, tomó al sicario de la bufanda que lucía ese día y comenzó a propinarle golpes de puño hasta matarlo. Según la autopsia, “el Turco”, como le decían, murió por la combinación de asfixia y traumatismo de cráneo.

La causa recayó, en ese entonces, en las manos del por entonces fiscal Bernardo Alberione, quien, con el tiempo, confirmó que Vietti Colomé mató para que no saliera a la luz su objetivo.
Para llegar a esa conclusión, Alberione debió desentramar algunas cuestiones, ya que la hipótesis de entrada, de acuerdo con la declaración de Vietti Colomé, hablaba de un violento intento de robo en su veterinaria del cual se defendió.
El día que la gente pidió la libertad del veterinario
El día del homicidio, ya entrada la noche, las redes sociales hablaron.
Varios vecinos de esta ciudad comenzaron a organizar una marcha para pedir la inmediata liberación del médico veterinario. Por esas horas, la imputación era “homicidio por exceso en la legítima defensa”, delito que contemplaba la excarcelación.
La manifestación se realizó dos días después frente al edificio de la Policía Departamental San Justo. Participaron poco más de 20 personas. Lo llamaron el “justiciero” y hasta lo aplaudieron.
Finalmente, recuperó la libertad, pero no duró mucho tiempo en esa condición.

Veterinario desenmascarado
Alberione fue avanzando con la investigación en la que fueron apareciendo nuevos actores. Uno de ellos fue Roberto Ferrero, también veterinario que mantenía una amistad con Vietti Colomé desde la facultad (hasta fueron socios en un negocio), y el amigo del delincuente asesinado, “Funyito” Funes.
Estos aportaron información que el fiscal tomó para ordenar una nueva detención de Vietti Colomé. Fue el 29 de septiembre de ese 2017, cuando lo imputó de homicidio simple. Desde ese momento, nunca más recuperó la libertad.
Cuando le tocó declarar ante la Justicia, Funes aseguró que su idea y la de Jaider fue la de estafar al veterinario, mintiéndole para sacarle dinero.
La promesa de recompensa era $ 200 mil finales, más un auto.

Pero la intención de la dupla no era matar a nadie.
Es más, hasta viajaron a la ciudad de Santa Fe para decirle a Lucio que se “guarde” un tiempo, tras advertirle que alguien cercano quería matarlo. Por el “favor”, le habrían pedido alguna compensación económica al hermano abogado de Vietti Colomé.
El engaño fue advertido por el veterinario y las amenazas surgieron desde ambos lados. Los investigadores creyeron de acuerdo con lo relevado que ese 17 de septiembre, Vietti Colomé citó a Jaider para matarlo con el pretexto de que iba a darle dinero.
El juicio, la condena
Las pruebas halladas por los investigadores confirmaron un claro vínculo previo entre el acusado y la víctima, lo que destruyó el relato inicial de legítima defensa. El juicio se desarrolló en 2020, en los tribunales de San Francisco. Vietti Colomé lo siguió por videoconferencia, ya que estaba alojado en el penal de Bouwer, a pocos kilómetros de la ciudad de Córdoba.
El testimonio de su hermano Lucio, también fue clave en el juicio. Describió a Hernán Vietti Colomé como un hombre violento y confirmó el duro enfrentamiento que mantenían por cuestiones familiares.
Así, ayudó a reconstruir el trasfondo del crimen.
La condena, que acaba de ser ratificada por la Corte Suprema de la Nación fue de 17 años de cárcel. Recién en 2034 podrá recuperar la libertad definitiva.