El barrio Kairos se encuentra conmocionado desde el sábado luego del brutal ataque que un joven, Eric Van de Velde, llevó a cabo en un domicilio de calle Usuhaia al 3.000, quien a machetazos y con un cuchillo mató a su sobrino e hirió gravemente a su madre y su hermana.
Ambas mujeres se encuentran internadas en el Hospital de Urgencias con pronóstico reservado.
Mientras transcurren las horas y el fiscal que entiende en la causa se hizo presente en el domicilio, se van conociendo detalles de cómo los vecinos intervinieron en los primeros minutos de ocurrida la agresión para intentar detener lo que estaba sucediendo.
Es que los gritos de las mujeres eran desgarradores pidiendo ayuda. “Tenía en una mano un machete y en la otra un cuchillo de casa y les pegaba sin piedad”, dijo a Arriba Córdoba uno de los primeros vecinos que saltó la reja para intentar ayudar.
El hombre contó que no podían traspasar la ventana, por lo que rompieron el vidrio en un intento de ponerle fin al ataque. Sin embargo, el agreso “los miró y siguió pegándole” a los cuerpos que estaban en el suelo y ya no se movían.
Al mismo tiempo, otro vecino comenzó a patear la puerta hasta que logró abrirla. El agresor los amenazó y no les permitía ingresar. Finalmente pudieron sacarlo de la casa. Mientras esperaban la llegada de la Policía, “empezaron a tirarle piedras para voltearlo y que reaccione”.
El vecino contó que el joven tenía un escudo de Rusia en el pecho y todo el tiempo lo señalaba haciéndole honor. Cuando personal policial llegó al lugar, lo acorralaron y Eric soltó el machete y quedó reducido.
“Se reía todo el tiempo, nunca demostró arrepentirse. Todo sin piedad”, remarcó el hombre que no olvida aquella sangrienta escena. “Los cuerpos seguían en la casa, era espantoso”, cerró aún en shock.
