Un recluso de una cárcel de Rosario fue imputado por realizar nueve llamados extorsivos en el lapso de un mes. Todos los hechos están calificados en grado de tentativa y derivaron en una sentencia de prisión preventiva.
El delincuente, identificado como Ezequiel Rubén Torres, fue acusado de realizar nueve contactos telefónicos con intención extorsiva desde la Unidad Penitenciara 6 de la mencionada ciudad santafesina. Según informaron fuentes judiciales, todos estos intentos se dieron en el mes de mayo de este año.
La acusación fue realizada por el fiscal Franco Carbone, quién estuvo a cargo de la investigación. Por su lado, Florentino Malaponte, juez de la audiencia, fue quién formalizó la imputación y dictó prisión preventiva por dos años para Torres, detallaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
De acuerdo a lo que comunicó Carbone, el preso realizó la primera llamada el día 5 de mayo a las 11:19. En ese contacto, intentó extorsionar a una mujer encargada del buffet de un club, “manifestándole que debía abonar un dinero” para que no le ocurriera nada.
Ese mismo día, Torres envió mensajes de texto al dueño de un bar, ubicado en el centro de Rosario. En los mensajes, el delincuente le exigía un pago en efectivo al comerciante para no balearle el local. Mediante el teléfono, el imputado realizó la misma operación sin éxito en 7 ocasiones más. En los llamados, intentó extorsionar a empresarios, presidentes de clubes barriales y hasta a un cantante.
El último caso fue el día tres de julio, cuando el delincuente contactó a un hombre que había brindado su teléfono en televisión para recaudar fondos, los cuales serían destinados a un familiar suyo que había sido víctima de un siniestro en su vivienda. Mediante un mensaje, Torres amenazó de muerte al hombre si no le abonaba la suma de $ 100.000.
Días más tarde, las autoridades descubrieron el equipo telefónico con el que el recluso realizaba los intentos de extorsión y abrieron la causa.
*Con información de Agencia Télam
