El homicidio de María Laura Rechimón, de 40 años, genera gran impacto en Río Cuarto.
Mientras familiares de la víctima no salen de su conmoción, allegados al presunto victimario lo sindican como un caso de justicia por mano propia.
La mujer y quien sería su pareja fueron atacados por un vecino, en la esquina de su casa: calles Estado de Israel y Gobernador Bustos, unas 14 cuadras al oeste del centro de la ciudad.
La Policía pudo recuperar registros fílmicos de cámaras ubicadas en las proximidades.
Según testigos, la mujer y su pareja volvían de un kiosco cercano y habrían mantenido una discusión con el vecino Héctor Daniel González (52).
El hombre vive en Estado de Israel 1487 y la semana anterior habría denunciado a Rechimón y a su pareja por “amenazas” y “tentativa de robo”.
El conflicto vecinal derivó en una salvaje agresión.
En plena siesta del domingo, habitantes del sector oyeron gritos e inmediatamente vieron a la mujer fallecer, en la vía pública. Su pareja, herida, fue trasladada al hospital. El cuerpo de la mujer estuvo más de tres horas en la calle, mientras se realizaban tareas de criminalística.
Signos de defensa
Este lunes, la autopsia confirmó la muerte violenta de Laura Rechimón por una única lesión profunda y mortal de arma blanca, que afectó a su aparato digestivo, entre otros órganos.
Además, su cuerpo tenía signos de defensa y de lucha. Está comprobado que murió de manera inmediata.
Testigos dieron cuenta de que la mujer, oriunda del barrio, supo trabajar en una agencia de venta de autos de Río Cuarto, tenía hijas, aunque no vivían con ella.
El hombre que sería pareja de la víctima y que también resultó agredido es Mauricio Javier Bravo (30). Permanece internado en el Hospital San Antonio de Padua. El último parte médico dio cuenta de que habría sufrido lesiones cortantes en la mano y punzantes en el pecho, pero estaría fuera de peligro.
Disputa vecinal
Fernando Moine, fiscal del Tercer Turno confirmó que el único detenido e imputado por el homicidio de Rechimón y la tentativa de homicidio de Bravo es el vecino Héctor Daniel González, de 52 años.
Según trascendió, mientras la víctima aún yacía en la calle, la Policía golpeó la puerta de la casa del presunto agresor (Estado de Israel al 1487), él mismo abrió y fue inmediatamente aprehendido y trasladado a la comisaría Abilene.
Permanece detenido en la Unidad Judicial y aún no designó abogado.
El fiscal resumió: “Hubo una agresión con un cuchillo causa la muerte de la mujer en la vía pública y estamos investigando, todo se reduciría a cuestiones de vecindad, problemas previos que terminaron por hacer eclosión ayer. Hay constancias de registros fílmicos y se están tomando testimonios”.
Confirmó que en la noche del domingo se hizo un allanamiento y se secuestró un cuchillo que se buscará establecer si es el arma homicida, así como algunas prendas del supuesto victimario.
Fuentes oficiales confirmaron que Rechimón tiene antecedentes y, el 5 de diciembre, junto a Bravo estuvo demorada por una denuncia de amenazas efectuada por González, y por un supuesto intento de hurto a un celular a una joven transeúnte (que no se comprobó).
Conflictividad y violencia
Habitantes del sector reclamaron porque todas las señales de grave conflictividad barrial previa habrían sido desoídas por las autoridades.
Dieron cuenta de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran tanto las personas con problemas de adicciones o de salud mental, como las víctimas de hechos de inseguridad.
Plantearon que la situación fue escalando en violencia y no tuvo el abordaje necesario, pese a las veces en que fue puesta en conocimiento de las autoridades policiales y hasta públicamente, por las redes sociales.
“Fue un accidente”
La esposa del detenido negó que este haya atacado a la víctima y dio una versión totalmente diferente: dijo que fue “un accidente”.
Argumentó que Rechimón “venía corriendo y se resbala y pega con una botella”.
Deslizó que el vidrio fue lo que le causó la herida fatal. “Yo llamé a la Policía y mi marido se acercó a ver qué pasaba”, aseguró Cristina Gandolfo a Telediario. La mujer defendió la inocencia de su marido, admitió que él tuvo problemas muchas veces con Rechimón y “le hizo más de 15 denuncias en dos años”. Agregó que tienen una hija con discapacidad y que necesitan ayuda.
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