Con jurados populares se realiza en la Cámara del Crimen número 1 de Río Cuarto el juicio a Pablo Ariel Bazán (29) acusado de homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por venganza transversal. Lo acusan de haber provocado, en un contexto de violencia de género, el incendio en el que falleció su hija, de tres años y once meses.
El hecho se produjo el 11 de diciembre del 2020, a las 0.30. Bazán se encontraba junto a su pareja Teresa Rocío del Milagro Suárez (21) y sus dos hijas de 1 y 3 años. Según la acusación, en medio de una discusión, habría proferido la amenaza: “Te voy a cagar matando a vos y a tus hijas, voy a prender fuego este rancho”.
De acuerdo a la investigación sustanciada por el fiscal Fernando Moine, Bazán, de manera intencional, con un encendedor inició fuego en un colchón de dos plazas. Suárez sacó primero a su bebé de la casa y cuando trató de hacer lo mismo con la nena de tres años, Bazán arrastró el colchón en llamas y su elástico de hierro hasta la puerta de ingreso, con lo que le bloqueó el único acceso a la casa.
Para el ministerio público el accionar obedeció a la intención de “causarle el mayor sufrimiento posible a su madre”. La nena de tres años quedó atrapada en el domicilio en llamas y murió por asfixia, shock neurogénico, quemadura y carbonización. Bazán se fue del lugar, tomó un remise, pero fue interceptado por un móvil policial en las cercanías.
Según uno de los policías intervinientes, la madre de Teresa Suárez, que vive en la casa contigua, manifestó que mientras trataban de ingresar a salvar a la pequeña, Bazán seguía discutiendo con su hija, “le pegó una cachetada y se fue”. La mujer ya lo había denunciado dos veces por violencia. Y había intentado separarse, pero por su condición de vulnerabilidad, el alejamiento sólo duró siete meses.
Defensa y testimonios en Río Cuarto
En el momento de ejercer su defensa, el imputado Bazán negó rotundamente los hechos. Primero se abstuvo de declarar pero luego optó por hacerlo y dar otra versión. Sostuvo que ese día llegó de trabajar a las 19, como todos los días. Sostuvo que fue a comprar cosas para el cumpleaños de su hija menor y volvió para la cena.
Bazán aseguró que en la vivienda, además de su pareja y las nenas estaba su hijo mayor, de cinco años. Y argumentó que el pequeño fue el que inició el fuego y fue el primero en salir de la casa. Dijo que el niño ya otras veces había prendido fuego a cosas, jugando con el encendedor.
El acusado declaró haber sido él quien sacó a la bebé en brazos. Sostuvo que inicialmente pensó que su mujer sacaba de la casa a sus otros dos hijos. Y dijo que se fue en remise “a buscar a un hermano”.
Entre los testigos del juicio figuran los primeros policías en llegar al incendio. Los efectivos aseguran que, en el momento del hecho, la madre de la menor fallecida les manifestó que Pablo Bazán había encendido un cigarrillo y, luego de una larga discusión con ella, la habría amenazado de muerte y dado inicio al fuego.
Bomberos testimoniaron que cuando fueron convocados por el incendio, la primera persona con que se encontraron fue Bazán quien sólo les dijo que se estaba incendiado su casa y que su hija se encontraba en el interior. Por la intensidad de las llamas no lograron ingresar a salvar a la nena.
El suegro de Bazán enfatizó que el nene de cinco años, hijo mayor de la pareja estaba con él, en una casa contigua, y no pudo haber sido quien inició el fuego.
En tanto, Alejandro Bazán, padre del acusado, dijo a medios locales que su hijo estaba durmiendo y que fue la mujer quien lo despertó para avisarle del fuego. Admitió violencia familiar pero defendió al acusado: “Me cuesta creer que una persona ande en ropa interior tratando de apagar un incendio cuando lo ha iniciado él. La Policía lo encontró tratando de apagar el incendio”. Agregó que su hijo “trabaja desde los 14 años, siempre discutía con los padres de ella y ha sufrido golpes y hasta heridas de arma blanca”. “Tenemos muchas cosas claves para decir, es inocente”, argumentó.
Tres años antes del hecho, en marzo del 2017, Teresa Suárez ya había denunciado que, como ella quería poner fin a la relación, Bazán ejercía violencia contra ella y su hijita, ahora fallecida. La acusación contra Bazán es homicidio doblemente calificado: por el vínculo, y transversal, porque habría matado a la hija para que sufra la madre.
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