Una mujer y su hija de nueve años viven hace años una pesadilla: su pareja abusaba sexualmente de la pequeña y la madre se enteró cuando vio un video de la violación que él tenía guardado en su celular.
La niña mientras tanto, callaba los ataques, porque el agresor amenazaba con matarlas si hablaba.
Los episodios de violencia ocurrieron en la ciudad de La Plata, y aunque la mujer denunció los abusos en noviembre pasado, todavía recibe intimidaciones tanto de su expareja como del entorno familiar de él.
Los videos incriminatorios
Carolina aprovechó un día que su pareja, Pablo Alejando Juárez, no estaba en la casa pare revisarle el celular. Eso fue el 15 de diciembre pasado. En el aparato encontró videos de contenido sexual, y en las imágenes, reconoció a su hija.
Según contó la mujer, logró identificar la ropa de su hija de nueve años en el video. En otra grabación “se ven genitales masculinos y otros femeninos, de una nena”.
“También se logra ver un short que reconocí que era el de mi hija por un estampado muy particular que tiene”, afirmó.
Cuando Carolina le preguntó a su hija, ella negó todo. Pero luego se enteró que Juárez la tenía amenazada. “No sabía qué hacer, encima yo estaba embarazada de 7 meses de él”, afirmó Carolina.
Juntando valor, ella lo increpó apenas el hombre volvió a casa, y le preguntó por los videos. La respuesta de él fue golpearla por una hora y media hasta que llegó la policía, según contó la mujer.
Años de abusos
Según las declaraciones de Carolina, los abusos comenzaron en 2019. Entre las historias que contó, resaltan aquellas donde Juárez actuaba con total impunidad.
“Él se pasaba a la cama de ella o a veces, cuando la nena venía a dormir a nuestra cama, cuando yo me dormía, la manoseaba por debajo de las sábanas. Se frotaba sus miembros con los genitales de ella”, relató la denunciante.
El calvario continúa
El abusador permanece preso desde aquel 15 de noviembre, ya que las autoridades encontraron pruebas suficientes para dejarlo tras las rejas. Sin embargo, la historia no terminó para Carolina y su hija: su expareja y la familia de él continúan acosándolas y hostigándolas para que cambien su testimonio.
La Justicia le dio un botón antipánico y emitieron una orden de restricción perimetral que les prohíbe a los familiares del detenido acercarse en un radio de 200 metros. Pero ambas ya se tuvieron que mudar seis veces en un año y cambiar el número de teléfono por las amenazas.
“Acá me van a matar, tenés que decir que todo es mentira”, le suplicó Juárez en uno de los mensajes que le envió.
