Gendarmería Nacional rescató dos serpientes exóticas que habían sido ingresadas ilegalmente a la Argentina desde Chile. El hallazgo ocurrió el viernes durante un control de rutina en el puesto cordillerano de Los Árboles, en la provincia de Mendoza. Los ejemplares estaban dentro de bolsas, escondidos en un automóvil, sin documentación ni certificados sanitarios.
Se trata de una pareja juvenil de Python curtus, una especie originaria del sudeste asiático comúnmente conocida como pitón de cola corta. Las serpientes estaban deshidratadas y con bajo peso, lo que constituye un caso de maltrato animal, según confirmaron las autoridades.
Qué se sabe de las pitones incautadas
Las pitones de cola corta no son venenosas y pueden llegar a medir hasta 1,5 metros. Se caracterizan por una coloración marrón oscura con manchas amarillas y por necesitar condiciones ambientales muy específicas para sobrevivir: humedad controlada, calor constante y luz ultravioleta.
“Son animales que requieren un entorno selvático. Tenerlas como mascotas en cautiverio, sin los cuidados necesarios, suele terminar en una altísima tasa de mortalidad”, explicaron desde el Centro Anaconda de Mendoza, donde ahora están siendo tratadas.
Recuperación y cuidados especializados
Tras el decomiso, Gendarmería dio aviso al Departamento de Fauna Silvestre del Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza. Las serpientes fueron trasladadas al serpentario del Centro Anaconda, donde ingresaron en una etapa crítica de salud. Actualmente se encuentran bajo monitoreo veterinario, en un proceso de estabilización clínica y recuperación.
Los especialistas confirmaron que ambas presentan signos compatibles con estrés térmico, falta de hidratación y pérdida de masa corporal. Por el momento, se desconoce cuánto tiempo estuvieron en tránsito.
Desde el Gobierno de Mendoza recordaron que este tipo de delitos no sólo vulneran derechos de los animales, sino que también pueden introducir enfermedades exóticas y desequilibrar ecosistemas nativos.