Este viernes, la Policía de Córdoba realizó dos procedimientos en los barrios Márquez Anexo y Ciudad de Mis Sueños de la capital provincial, en los que logró recuperar dos motocicletas robadas y detener a un menor de edad. Ambos operativos estuvieron marcados por fuertes incidentes: los uniformados fueron agredidos por grupos de personas que intentaron entorpecer las detenciones, y dos móviles policiales terminaron dañados. Además, un efectivo resultó lesionado.
El primero de los hechos ocurrió en barrio Márquez Anexo, cuando efectivos que patrullaban la zona fueron alertados del robo de una motocicleta marca Rouser. La víctima, un hombre de 36 años que se encontraba trabajando como repartidor para la plataforma Uber, había sido abordado por delincuentes momentos antes.

A partir de esa denuncia, se desplegó un operativo cerrojo que permitió la aprehensión de un menor de 15 años y el secuestro del rodado sustraído. Sin embargo, durante el procedimiento, un grupo de presuntos vecinos atacó a los agentes arrojándoles elementos contundentes.
Como consecuencia de la agresión, uno de los móviles resultó con el parabrisas delantero dañado. Ante esta situación, los efectivos repelieron el ataque con disparos de escopetas anti tumulto y armamento menos letal.
En un segundo procedimiento, realizado en barrio Ciudad de Mis Sueños, el personal policial intentó realizar un control preventivo sobre un sujeto que se desplazaba en una motocicleta marca Honda XR. Al advertir la presencia policial, el hombre se resistió al procedimiento, arrojó las llaves del vehículo e intentó evitar su detención.

Cuando era ingresado al móvil, varias personas se acercaron al lugar con intenciones de obstaculizar la aprehensión, agrediendo físicamente a los efectivos. Durante el altercado, un efectivo recibió una mordedura en su mano derecha, mientras que uno de los móviles fue dañado en una de sus ópticas. En medio del caos, el individuo logró escapar, aunque la motocicleta en la que circulaba fue secuestrada.

Ante la persistencia de las agresiones por parte del grupo de personas, los efectivos nuevamente utilizaron escopetas anti tumulto y armamento no letal para dispersar a los atacantes y recuperar el control de la situación.
Tras los hechos, el ministro de Seguridad de la provincia, Juan Pablo Quinteros, destacó el accionar policial y aseguró: “La fuerte presencia de nuestra policía en barrios donde los delincuentes creían gozar de impunidad, es un mensaje para la inmensa mayoría de cordobeses honrados y trabajadores que allí viven y que también padecen a los delincuentes y a los violentos que los protegen. Sepan que redoblaremos los esfuerzos, en un fuerte compromiso por la seguridad de todos los vecinos, vivan donde vivan”.
Ambos hechos se sumaron a una serie de operativos realizados por las fuerzas de seguridad en zonas conflictivas de la ciudad, como parte de una estrategia que busca reforzar la presencia policial y prevenir hechos delictivos.