El ministro de Seguridad de la provincia de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, pasó a retiro obligatorio a Maximiliano Ochoa Roldán, el exjefe de la Policía Caminera imputado y detenido por el caso de presunta corrupción que involucra también a otros policías y a dos civiles.
Quinteros explicó que el retiro está condicionado a su situación judicial: si es condenado, perderá el beneficio de jubilarse con el regimen especial policial y tendrá que tramitar su retiro a los 65 años. No pierde el beneficio jubilatorio una persona que cumplió los años de aporte si es condenada.
Ochoa Roldán está acusado de graves delitos que incluyen coacción, extorsión, asociación ilícita en calidad de jefe, enriquecimiento ilícito, peculado y encubrimiento por omisión de denuncia. También se detuvo a otras seis personas (dos civiles, entre ellos su hermano, el abogado Gastón Miguel Ochoa Roldán, y otros cuatro policías).
Quinteros justificó la diferenciación que hizo entre Ochoa Roldán y el resto de los policías acusados, a quienes no retiró en forma obligatorio sino que mantuvo en la situación pasiva en la que los puso el Órgano de Control de las Fuerzas de Seguridad. En pasiva, un policía cobra apenas el 30% de sus haberes, que son intangibles porque la Justicia los considera “alimentos”. En un comisario general, esto representa aproximadamente un ingreso de un millón de pesos.
Ochoa Roldán había asumido con director general de Caminera en diciembre del año pasado, en reemplazo de Iván Rey, quien fue promovido como director general de Seguridad.
“Existen elementos que indican que las personas mencionadas habrían conformado una organización delictiva compuesta por efectivos policiales que cuentan con el título de abogado, un civil y abogados particulares, que utilizaron información de carácter reservado extraída de bases de datos oficiales a las que tiene acceso el personal policial para llevar adelante negociaciones extrajudiciales, cobro de deudas, asumir defensas penales y fijar honorarios de acuerdo a los antecedentes registrados en la planilla prontuarial obtenida de manera ilegítima, todo lo cual redundaba en su beneficio económico”, señalaron desde la acusación.
Pase a retiro obligatorio
La Provincia informó este viernes, a través del Boletín Oficial, que el mininistro de Seguridad Quinteros (la oposición pidió su renuncia) pasó a retiro obligatorio a Ochoa Roldán.
“Lo quiero dejar absolutamente claro: se quiere plantear una cuestión económica cuando acá de lo que estamos hablando es una cuestión legal y ética. Bajo ningún punto de vista nosotros podemos tener un director general que está privado de la libertad manteniendo su cargo aún en situación pasiva”, dijo Quinteros en declaraciones a Canal 12.
“Inmediatamente se sucede esta situación, hay que pasarle retiro. No puede integrar la fuerza”, agregó e insistió en la necesidad de “depurar” la Policía: “Lo hemos dicho desde el día que asumí en mi cargo: estamos absolutamente convencidos de que ha sido un proceso de transformación en la fuerza que pasa claramente por la depuración. Cuando uno aprieta las estructuras claramente las estructuras crujen y ese ruido por supuesto se ve y se nota”.
La jerarquía de Ochoa Roldán es lo que diferencia su caso del resto de los retirados. No es el único policía con causas pendientes que Quinteros retiró de manera obligatoria, pero con la salvedad de estar condicionado su beneficio a la resolución judicial. En el Boletín Oficial se consignan otros 14 casos, dos de ellos de comisarios, ahora fuera de actividad.
Quinteros admitió que desde la Provincia y cualquier otro estamento en el mundo no pueden evitar la corrupción: “Nosotros no podemos evitar, es absolutamente imposible, en cualquier parte del mundo, evitar que los hechos de corrupción existan. La sociedad argentina lamentablemente no solamente tolera sino que ha naturalizado la corrupción, lo podemos ver. Esto claramente está naturalizado, existe en todos los ámbitos, existe en la política, existe en los ámbitos profesionales, en el periodismo, en la Policía”.
“Ahora, lo que nosotros no vamos a naturalizar y no vamos a permitir, a tolerar, la impunidad. Acá el que las hace, la paga. Si hay un delito, lo vamos a someter a la Justicia y si tiene que terminar preso, terminará preso. A nosotros, eso, no nos preocupa”, agregó.
“Probablemente, lo que está pasando en la fuerza policial es inédito por el nivel de exposición. Nosotros no escondemos ni ocultamos absolutamente nada; muchísimo menos vamos a encubrir hechos de corrupción. Es preocupante que en una fuerza policial sucedan estas cosas, pero mucho más preocupante sería si nosotros miráramos por otro lado (...)”, indicó.