El misterio de una obra de arte desaparecida durante ocho décadas, el “Retrato de una dama” del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), llegó su fin con un hallazgo sorprendente en Argentina. Esta valiosa pintura, robada de la prestigiosa colección del comerciante de arte judío Jacques Goudstikker en Ámsterdam durante la ocupación nazi, fue ubicada colgando en el living de una casa en Mar del Plata.
El inmueble, situado en el barrio Parque Luro, pertenece a una de las hijas de Friedrich Kadgien, un alto funcionario nazi que, tras la Segunda Guerra Mundial, huyó de Europa y se estableció en Buenos Aires, donde falleció en 1978.
Este descubrimiento no solo reaviva la lucha por la restitución del arte saqueado, sino que también pone el foco en la vida de uno de los colaboradores más cercanos de Hermann Göring y cómo varios nazis huyeron a la Argentina.


Friedrich Kadgien: El cerebro financiero del Tercer Reich
Friedrich Gustav Kadgien, nacido en Elberfeld, Alemania, en 1907, fue una pieza clave en la maquinaria económica nazi. Su carrera en el Tercer Reich fue meteórica:
- Se afilió al partido nazi en 1932 y se unió a las SS en 1935.
- Integró el Ministerio del Interior prusiano y, antes de la guerra, ya estaba delineando el marco legal para el control de divisas y activos extranjeros, fundamental para la expansión económica nazi.
- En 1938, se convirtió en enviado especial en la Oficina del Plan Cuatrienal, dirigida por el mariscal Hermann Göring.
- Como mano derecha de Göring, fue en parte responsable de los planes económicos que financiaron la maquinaria bélica alemana. Esto incluyó la confiscación de diamantes a comerciantes judíos en Ámsterdam.
- Sus colegas lo apodaron “el mago de las finanzas nazis”. Su talento no era la especulación, sino el blanqueo: mover activos ilegales fuera de Alemania sin dejar rastro.
- Tejió una compleja red de empresas pantalla en Suiza, utilizadas para convertir en efectivo el saqueo sistemático de valores, oro y obras de arte a judíos y opositores.
- Los Aliados estimaron que Kadgien llegó a controlar entre 1.000 y 3.000 millones de Reichsmark ocultos en Suiza.
La huida perfecta y la vida en Sudamérica
Con la inminente derrota de Alemania en 1945, Kadgien emprendió una elaborada huida.
- Se refugió en Suiza, operando con documentos falsos durante años. Llevaba consigo dinero, piedras preciosas y, al menos, dos pinturas.
- Allí fue interrogado por militares estadounidenses, quienes lo describieron en un informe como “una serpiente de la peor calaña” y le atribuyeron una importante fortuna oculta. Sin embargo, nunca fue arrestado.
- En 1948, fundó la firma Imhauka AG en Suiza.
- En 1949, escapó a Brasil con un pasaporte falso, reapareciendo en 1951 bajo su nombre real en Río de Janeiro.
- Desde Brasil, y con conexiones políticas establecidas, extendió su red a Argentina. Se estableció en el país, al parecer durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón, donde fundó una empresa y reconstruyó su vida sin ser interrogado por su pasado.
- Kadgien falleció en Buenos Aires en 1978 y estaría enterrado en el cementerio alemán de la ciudad.

El legado del saqueo y el rastreo del arte robado
El “Retrato de una dama” de Ghislandi es solo una pieza del vasto botín que se cree que Kadgien poseía.
- La obra pertenecía a la colección de Jacques Goudstikker, quien murió trágicamente mientras huía de los nazis, dejando atrás más de 1.100 obras de arte. La totalidad de su inventario fue adquirido a precios irrisorios por jerarcas nazis como Göring.
- Documentos de la posguerra indican que Kadgien poseía dos de esos cuadros en 1946, siendo uno de ellos el “Retrato de una dama”.
- Además, en las redes sociales de una de las hermanas Kadgien, se localizó una fotografía de 2012 que muestra lo que parece ser un bodegón floral del pintor neerlandés Abraham Mignon del siglo XVII, obra que también figura como desaparecida en los registros de la Agencia del Patrimonio Cultural. Seis de sus pinturas se exhiben en el Museo del Louvre.
- Marei von Saher, nuera de Jacques Goudstikker, lleva más de 25 años al frente de los reclamos legales para recuperar las obras, afirmando que es el objetivo de su familia “recuperar cada pieza robada y restituir el legado de Jacques”.
- Expertos de la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos, Annelies Kool y Perry Schrier, han confirmado que las fotos del cuadro coinciden con las descripciones de la obra desaparecida, sin motivos para pensar que sea una copia. La confirmación definitiva requeriría examinar el reverso del lienzo.
- La hija de Kadgien, cuya casa fue puesta a la venta por la inmobiliaria Robles Casas & Campos, ha evitado dar explicaciones a los periodistas, negándose a responder o bloqueándolos.

Un capítulo abierto en la búsqueda de justicia
El descubrimiento de este cuadro en Argentina, a 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, reabre un debate crucial sobre el destino de las obras de arte saqueadas por el régimen nazi y dispersas en colecciones privadas por todo el mundo.
Los herederos de Goudstikker, que ya recuperaron 202 piezas en 2006 tras un largo litigio con el Estado neerlandés, han anunciado que iniciarán acciones legales para reclamar la restitución del cuadro de Ghislandi.