Una respuesta positiva estaría a punto de recibir en los próximos días un grupo de familiares de detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, quienes recientemente formularon una presentación ante la Justicia federal de Córdoba con la intención de ser considerados querellantes en la causa “Enterramientos clandestinos”, que tiene por objeto el hallazgo e identificación de cuerpos de estas víctimas.
Así lo anticiparon fuentes judiciales vinculadas con la causa que se está tramitando desde hace años en el Juzgado Federal N° 3 de Córdoba y que viene realizando diversos operativos de desenterramiento para encontrar los cuerpos de las víctimas del terrorismo de Estado. Las actuaciones se enmarcan en la causa “averiguación de enterramientos clandestinos en Pérez Esquivel”.
Los voceros de la torre de Tribunales federales confiaron que –si bien el Código Procesal es estricto respecto de la admisión de los querellantes, a partir de la promoción de acción penal– el juzgado a cargo de Miguel Hugo Vaca Narvaja estaría a punto de aplicar un criterio más amplio y les concedería el carácter de querellantes o pretensos querellantes a partir de la denuncia.
Esa denuncia pide que se insista en la búsqueda de los cuerpos de familiares que siguen considerándose desaparecidos y cuyos cuerpos se presume que fueron enterrados en predios de Córdoba.
“Quienes nos constituimos como querellantes, en reclamo a nuestro derecho a la verdad y al duelo, queremos recuperar los cuerpos de nuestros familiares a 50 años del golpe cívico-militar”, sostienen los integrantes de este colectivo.
“Queremos sepultarlos y así también ayudar a la reparación de quienes fueron afectados por la violencia ejercida por el terrorismo de Estado, es decir, el conjunto de la sociedad”, añaden.
En sus fundamentos, en la presentación que formularon indican que “los crímenes de desaparición forzada de personas no cesan, desde la detención o secuestro hasta la aparición de sus cuerpos”.
También piden ser querellantes. “Existe legislación internacional, a la que adhiere nuestro país, que avala nuestra solicitud”, indicando que Naciones Unidas señala el derecho a que participen en la búsqueda de sus desaparecidos y establece que las autoridades deben diseñar estrategias para incluir a las víctimas, a sus familiares y a las organizaciones que los representan para que puedan formular sus aportes probatorios a la investigación.
A quiénes buscan
Este grupo de 26 personas busca a 21 víctimas de la dictadura que se mantienen desaparecidas tras ser secuestradas entre 1975 y 1977 en la ciudad de Córdoba.
Graciela Geuna busca a su cónyuge, Jorge Omar Cazorla, quien fue secuestrado el 10 de junio de 1976, tenía 22 años y estudiaba Abogacía.
También se presentan Soledad García Quiroga y Silvina Requena, respectivamente pareja y hermana de Eduardo Raúl Requena, trabajador de la educación y dirigente de Ctera secuestrado el 23 de julio de 1976, cuando tenía 36 años.

Sara Rosenda Luján y Roxana Claudia Molina son la madre y la hermana de Raúl Mateo Molina Luján, quien estudiaba Arquitectura y tenía 25 años el 5 de octubre de 1976, cuando fue secuestrado.
Roberto Doldán es el hermano de María Graciela de los Milagros Doldán, abogada de 35 años secuestrada el 26 de abril de 1976.
Oscar Ezequiel Jaimovich y Adriana Ruth Jaimovich buscan a su hermana Alejandra Jaimovich, quien tenía sólo 17 años y había egresado del secundario, desaparecida el 1º de junio de 1976.
Jaime Alarcón es el hermano de Juan Carlos Galván, obrero de Sancor secuestrado con 23 años el 15 de junio de 1976.
Soledad Nívoli busca a su papá Mario Alberto Nívoli, quien tenía 28 años, era ingeniero químico y fue secuestrado el 14 de febrero de 1977.
Osvaldo Narda es el hermano de Jorge Raúl Nadra, quien tenía 20 años el 3 de julio de 1976 al momento de su secuestro, cuando era empleado de la Legislatura provincial y estudiante de Medicina.
A Daniel Hugo Carignano lo buscan su esposa, María del Carmen Torres, y sus hijos María Eugenia y Sebastián Santiago Carignano. Daniel fue secuestrado el 27 de marzo de 1976, cuando tenía 27 años, y era trabajador del frigorífico Mediterráneo.
Alejandra Moukarzel busca a su mamá, Alicia Esther de Cicco, quien tenía 23 años, era maestra y fue secuestrada el 12 de diciembre de 1975.
Juan Herrero busca a su mamá Julia Angélica Brocca, docente de 29 años secuestrada el 28 de marzo de 1976.
Alba Cristian del Valle Camargo y Juan Sebastián Camargo buscan a su padre y a su madre: Armando Arnulfo Camargo (36, contratista autónomo) y Marta Alicia Bertola (34, administrativa del hospital Ferroviario), secuestrados el 23 de julio de 1976.
Norma Carreño sigue buscando a su hermano Enrique Omar Carreño Flores, quien tenía 25 años al ser secuestrado, el 28 de mayo de 1976. Era empleado público, sindicalista y estudiante de la Escuela de Ciencias de la Información (UNC).
Yamila y Ernesto Argañaraz son los hijos de María Elena Gómez de Argañaraz, quien con 36 años estaba embarazada al ser secuestrada el 1º de junio de 1976. Era egresada de la Escuela de Bellas Artes (UNC) y modista.

Tomás Gustavo Di Toffino busca a su papá, Tomás del Carmen Di Toffino, conocido dirigente sindical de Luz y Fuerza secuestrado con 37 años el 30 de noviembre de 1976.
Norma Donemberg es hermana de Hugo Eduardo Donemberg, quien estudiaba Psicología y trabajaba en la Cervecería Córdoba cuando lo secuestraron con 21 años el 29 de abril de 1976.
Estela María Reyna busca a quien era su cónyuge, Luis Roberto Soulier, quien tenía 24 años al ser secuestrado, el 16 de agosto de 1976. Era preceptor de la escuela Loretto y delegado del Sepaac.
Sebastián Soulier busca a su papá, Juan Carlos Soulier, y a su mamá, Adriana María Díaz Ríos, secuestrados el 15 de agosto de 1976. Él tenía 25 años, era estudiaba en la UTN y obrero electricista; ella, 22 años y estudiaba en la Facultad de Ciencias de la Educación (UNC).
Mercedes Aguilar busca a su hermano José Luis Aguilar, quien con 21 años estudiaba las carreras de Historia y de Ciencias de la Información (UNC) y trabajaba como inspector de tránsito en la Municipalidad de Córdoba. Lo secuestraron el 18 de mayo de 1976.