Con jurados populares, comenzó a primera hora de este lunes el juicio a una pareja que en marzo de 2022 asaltó en Villa Carlos Paz a un taxista, lo apuñalaron varias veces, le robaron el auto y huyeron dejándolo abandonado, al borde de la muerte. El trabajador del volante, con heridas en el cuello, rostro y tórax, salvó su vida providencialmente.
Por esto, la acusación en contra de Mauro Apoloni (40) y Natalia Salazar (38) es por “homicidio en grado de tentativa, criminis causae y agravado por alevosía”. Así lo dispuso la fiscal Jorgelina Gómez, de Villa Carlos Paz, que elevó las actuaciones a juicio.
“Criminis causae” es aquel delito (en este caso tentativa de homicidio) que se comete alguno de estos dos móviles: para asegurar la comisión de otro delito (robo) o para garantizar la impunidad: matar para que la víctima no descubra al homicida.
La calificación de “alevosía” tiene una doble dimensión: aquella agresión en la que el atacante no corre ningún peligro y, a su vez, la víctima no tiene posibilidad de defenderse.
El jurado popular constituido en la Cámara 1ª del Crimen de la ciudad de Córdoba analiza el hecho ocurrido en la madrugada del 1 de marzo de 2022, entre las 1.30 y las 2.30. El taxista Víctor Emmanuel Albelo Gómez (29), transportó a la pareja entre el Centro de esa ciudad y Santa Cruz del Lago. Poco después de hacer una parada provisoria, Apoloni regresó al vehículo y ante la mirada de la mujer le aplicó al taxista nueve puñaladas en el cuello, espalda, rostro y miembros superiores.
El trabajador del volante salvó su vida de manera milagrosa gracias al auxilio que le brindaron los vecinos, luego de que los asaltantes lo abandonaron y fugaron con el taxi. La pareja dejó el auto más adelante pero fue detenida por la Policía que los identificó según las descripciones de los testigos. Junto a ellos tenían abundante prueba del robo y del asalto con arma blanca.
En esa oportunidad, una vez repuesto, el taxista contó: “Cuando sentí el cuchillo en el cuello traté de defenderme, abrí la puerta, no sentía los cortes pero sí los golpes, salí del taxi y empecé a correr hasta que un hombre y un patrullero me pudieron socorrer llevándome al Domingo Funes”.
Víctor recibió numerosas suturas en la cara y el cuello. “Al hombro me lo tuvieron que operar y en la mano me operaron los tendones”, describió sobre el feroz ataque del que fue víctima.
Por último, Víctor dijo que la pareja se había mostrado cordial: “Realmente no lo esperaba, por eso estaba indefenso”, concluyó.
El juicio
En el juicio, acusa el fiscal de Cámara Gustavo Arocena, y actúa como querellante particular el abogado Hugo Luna, en representación de la víctima.
Los acusados son defendidos por los abogados Darío Parisotto y Román Fortini (Salazar) y Sebastián Lazcano (Apoloni).
Con jurados populares, el tribunal técnico de esta cámara se integra con su formación habitual, José Pueyrredón (presidente), Carlos Granda Ávalos y Mario Capdevila.
En la primera audiencia los dos acusados hicieron uso de la palabra, si bien la mujer no contestó preguntas. Las declaraciones fueron coincidentes en el sentido de que la agresión fue exclusiva de Apoloni y Salazar una mera testigo que se sorprendió cuando su pareja volvió al taxi, tomó del cuello con un brazo a Albelo Gómez y con la otra mano le asestó numerosas puñaladas en su costado derecho.
El taxista intentó bajar, pero siguió recibiendo estiletazos del arma blanca, hasta que consiguió salir del taxi y alejarse del vehículo.
El acusado aseguró que ella no sabía nada, en tanto que la mujer dijo mostrarse sorprendida por el repentino ataque y aseguró que le decía a su pareja que se detuviera.
Este detalle no fue referido o recordado por la víctima, quien declaró como único testigo de esta primera audiencia.
El relato de los hechos de la acusación de Jorgelina Gómez sostiene que una vez que fue socorrido por los vecinos, estos llamaron a la Policía y dieron detalles de los atacantes. El vehículo fue abandonado y hallado por los uniformados, que no tardaron en hallar en las inmediaciones a una pareja que respondía a las descripciones.
Cuando los identificaron, ellos no supieron explicar su presencia en la zona y entraron en contradicciones. Luego, los policías apreciaron que Apoloni tenía restos de sangre y, al ser revisado, se le halló la billetera y el dinero que tenía el taxista, más un billete de un dólar que él siempre portaba.
En su defensa en la audiencia, Natalia Salazar dijo que, además de ser sorprendida por el ataque y de pedirle a Apoloni que dejara de atacar al taxista, luego fue obligada por su pareja a huir y más tarde a abandonar el vehículo.
Según refirieron los dos acusados, el viaje era para comprar droga y que venían drogándose desde hacía varias horas. La víctima declaró que él no había notado nada raro y que ambos pasajeros no mostraron nada raro y tuvieron buen trato con él, hasta el ataque.
Alegatos y final
La acusación, una tentativa de homicidio con doble agravamiento, prevé una única pena que oscila entre los 10 y los 15 años de prisión.
Mientras todos esperan una segura condena para el confeso agresor, la expectativa de este juicio queda con relación al abordaje de la situación de la mujer que estuvo presente y cuyo papel no está del todo claro.
Este martes, a partir de las 9.30, el fiscal Arocena abrirá los alegatos, develará esa incógnita y de qué manera acusa a la pareja. Luego, será el turno del querellante Luna y de los defensores.
De no mediar imprevistos, más tarde se escucharía la última palabra de los acusados y, acaso al mediodía, podría pronunciarse la sentencia del jurado popular.
