Un efectivo de la Policía de Rosario permanece detenido en esa ciudad luego de que fuera identificado como el autor de al menos 43 hechos de distribución de pornografía infantil.
De acuerdo con lo informado por la Justicia, el sospechoso realizaba esas tareas durante las noches en que cumplía servicios de policía adicional en el Jockey Club de Rosario, empleando a tal fin el wifi de la institución.
Además de recibir contenido a través de redes sociales y distribuirlas a través de cuentas hackeadas de Facebook, todavía es materia de investigación el origen de material inédito que no se descarta que haya sido producido en forma casera.
El policía Ricardo Adrián G.G. fue gendarme hasta hace unos años y por estos días se desempeñaba en la sección Balística de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la policía santafesina.
Policía rosarino acusado de distribuir pornografía infantil
Al parecer cuenta con conocimientos suficientes de informática como para hackear cuentas de redes sociales a través de las cuales hacía la distribución de material, para lo cual también empleaba perfiles falsos de Facebook.
Según indicó este lunes el fiscal, el policía quedó en la mira a partir de un alerta del Centro Nacional de Niños Perdidos y Explotados que recibe reportes de aplicaciones cuando se sube o descarga material de pornografía infantil.
En este caso las IP detectadas utilizaban la conexión de wifi del Jockey Club y entonces se afinó la búsqueda en cuanto a los horarios, que se estableció entre las 22.30 y las 7 de la mañana.
La institución facilitó los registros del personal a la Justicia y comenzó la pesquisa que terminó en el domicilio de la madre del acusado.
“El policía iba rotando entre el puesto 2 y el puesto 6, ingresos en la parte trasera del club. Hackeaba cuentas de Facebook a través de las cuales distribuía el material y se lo enviaba a un número indeterminado de personas. Está en investigación de dónde obtenía el material y también hay material inédito, puede que sea de producción casera”, sostuvo el fiscal, que evaluó que la pena en expectativa es “de cuatro a 50 años teniendo en cuenta el concurso de los 43 hechos detectados”, dijo el fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Ramiro González Raggio.
