Este lunes se retomará el juicio en el que seis policías están sentados en el banquillo de los acusados por el crimen de Joaquín Paredes, ocurrido en octubre de 2020 en la pequeña localidad de Paso Viejo, en el noroeste provincial.
Tras un receso de una semana, la Cámara del Crimen de Cruz del Eje reiniciará las audiencias en el juicio con jurados populares y a primera hora se escucharán los alegatos de la fiscal Gabriela Pochettino.
En una de las últimas audiencias, la polémica se instaló entre los abogados defensores, la fiscal y los representantes de la querella, a partir de la decisión de Pochettino de cambiar las imputaciones de los cinco policías que llegaron a juicio acusados de formar parte de la comitiva que intervino en la fatídica madrugada en la que fue asesinado Joaquín Paredes tras recibir un tiro por la espalda.
Maykel Mercedes López (25) es sindicado como el autor del disparo que mató al adolescente, mientras que sus compañeros Iván Alexis Luna (26), Enzo Enrique Alvarado (29), Jorge Luis Gómez (34) y Nicolás Fernández Aliendro (27) quedaron imputados como coautores y partícipes necesarios del homicidio, agravado por el uso de arma de fuego y calificado por su función de efectivos policiales. El sexto policía que enfrenta este juicio es el subcomisario Daniel Alberto Sosa Gallardo, que seguirá imputado de amenazas calificadas.
Este domingo, La Voz caminó junto a Soledad Paredes, la mamá de Joaquín, por las calles de Paso Viejo. Junto a su amiga Ivana Reynoso, la mujer mostró el derrotero trágico que hizo Joaquín en la fatídica madrugada del 20 de octubre de 2020.
Nuevo giro
El matiz que se debe tener en cuenta y que no es menor, es que ante una apelación de los abogados defensores previa al juicio, la Cámara del Crimen de Villa Dolores determinó un cambio en la imputación que le bajaba significativamente la responsabilidad a los policías acusados.
Con este giro, que devuelve las cosas a la escena anterior, los uniformados se enfrentan a la posibilidad de recibir la pena máxima de reclusión perpetua.
Al menos eso es lo que adelantaron los abogados querellantes que representan a la familia de Joaquín Paredes y al menor que esa misma noche resultó herido en un brazo.
Los testimonios
Los testimonios de lo que pasó en la madrugada del 20 de octubre de 2020 difieren significativamente según quien los presente.
Los primeros en sentar su posición fueron los policías acusados, salvo el principal imputado, que no declaró ante el Tribunal ni ante los jurados populares.
Los policías plantearon que repelieron una agresión de los jóvenes con disparos al aire y se enteraron de la muerte del adolescente horas más tarde, cuando les pidieron las armas y las placas.
Luego hubo problemas para el Tribunal en interpretar los dichos de los jóvenes que hablaron desde el otro lugar de los hechos, el de las víctimas.
Esa situación motivó planteos por parte de organismos de derechos humanos que cuestionaron las fallas del sistema judicial en entender el lenguaje de las víctimas de sectores sociales vulnerables.
Cómo sigue
Este lunes se escucharán los alegatos de la fiscal Pochettino y es probable que también haya tiempo para un planteo de Claudio Orosz, el representante legal de la querella. El martes será el turno de los abogados defensores de los policías.
El cálculo de las partes es que la sentencia se conozca
mismo o a más tardar el miércoles.
La querella pedirá como pena la reclusión perpetua, mientras que los defensores adelantaron que solicitarán la absolución de los policías.
“Tengo esperanzas de que haya justicia para mi hijo”
Soledad llegó a Paso Viejo en la noche del sábado desde Córdoba, a donde se mudó hace algún tiempo para seguir su vida con su familia “chica”.
En el pueblo están sus padres, sus hermanos y sus afectos más cercanos, como su amiga del alma, Ivana Reynoso, una de las que se le unió en la lucha para pedir justicia por Joaquín.
Las dos mujeres caminan por las calles de tierra de Paso Viejo, un pueblo de casitas bajas en el que sus habitantes se dedican a las tareas del campo, a las cosechas y a la cría de animales. O son empleados del Estado, muchos de ellos policías.
“Por eso el pueblo está dividido en este tema”, dice Ivana mientras camina hacia la “antena de la radio”, donde se desencadenó la balacera que terminó con la vida de su hijo Joaquín y que también le causó heridas a otro adolescente.
“Creo que se va a hacer justicia, tengo esa esperanza y que Joaquín pueda descansar en paz y nosotros tener un poquito de alivio en nuestros corazones. Es lo único que vamos a tener porque el dolor va a permanecer por siempre”, asegura Soledad recostada sobre el mural que plasmó el rostro de Joaquín en una pared cercana al lugar en el que cayó muerto tras recibir un disparo en la espalda.
Un tala le da sombra a la acequia en la que cayó el adolescente en esa noche trágica.
“Mi mamá viene todos los días al mural a limpiar y mantenerlo lindo”, dice Soledad mientras muestra las plantas que cuida esa abuela que evoca a su nieto para mantener viva su memoria.
La comuna construye una vereda que desemboca en la pared del mural y se adivina un cerco para culminar la obra en la que el pueblo recordará al adolescente.
“Los chicos del pueblo se acercan le dejan plata”, dice Ivana mientras señala los billetes que están en un pequeño altar. “Les costó volver a pasar por acá. Recién ahora vienen a pasar el rato y a recordar a su amigo”, asegura.
Soledad señala que su anhelo es encontrar la paz definitiva junto a los suyos y que se haga Justicia para que no vuelva a ocurrir un hecho similar en ningún lugar de la provincia de Córdoba.
