Un nuevo capítulo de violencia urbana golpea a Río Cuarto. Eran las 3 de la madrugada del sábado y había un centenar de personas en una fiesta clandestina. El evento ilegal, habitual en los barrios los fines de semana en la ciudad, había sido convocado en una vivienda particular de calle Olegario Andrada al 1900, en el extremo este del populoso barrio Alberdi.
Según testigos, de pronto llegaron tres motos, con seis jóvenes. Uno de ellos se bajó con un revólver que luego se determinó sería calibre 22. Irrumpió en la fiesta en busca de un grupo y les disparó. Braian Sosa (18) recibió un tiro bajo la axila derecha y murió en brazos de sus amigos, antes de que lograran llevarlo al dispensario S24 más cercano.
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Otro hombre, de 24 años, resultó gravemente herido en el estómago y permanece internado en el hospital San Antonio de Padua, en estado reservado. En tanto, un tercer herido sufrió un tiro en un pie y ya fue dado de alta.
La investigación policial permitió determinar que, en medio del caos, otros dos jóvenes (de los seis que llegaron en las motocicletas) habrían disparado también contra la muchedumbre desde afuera de la fiesta.
Fueron imputados. El domingo a las 14 lograron ubicar a uno de ellos. Fue detenido en un allanamiento en la zona de Costanera Sur. Su compañero permanece prófugo.
Presunto autor, sin antecedentes
En tanto, este miércoles fue detenido el sospechoso del homicidio de Sosa. Se trata de un joven que fue arrestado en San Luis y trasladado a Río Cuarto en las últimas horas. Tiene 18 años y no tiene antecedentes.
Fue imputado de homicidio agravado por uso de arma, de dos hechos de tentativa de homicidio (por los heridos) y por disparo de arma (por los tiros hacia la concurrencia).
Fuentes de la pesquisa no descartaron que la violencia suscitada en la fiesta clandestina de barrio Alberdi esté ligado a un homicidio anterior, en el marco de un supuesto enfrentamiento de bandas. La inseguridad es uno de los temas de mayor preocupación ciudadana en Río Cuarto y se ha convertido en uno de los ejes de las campañas por la intendencia, ya que la ciudad tiene elecciones municipales el 23 de junio.
Las fiestas clandestinas proliferaron desde la pandemia por Covid-19 y han sido escenario de numerosos enfrentamientos de jóvenes armados, con consecuencias fatales. Fuentes judiciales admiten que entre las causas se advierten desde peleas por cuestiones menores, como una billetera robada, hasta disputas de territorialidad vinculadas al narcotráfico.
