Velocidad y droga, un cóctel que también la llevó a una condena. Luego de la sentencia al mendocino Carlos Alberto Corzo o Carlos Sebastián Corzo, Tamara Rocío Mercedi (28), su cómplice, recibió dos años de prisión condicional por el transporte de 30 kilos de marihuana descubiertos en Laboulaye.
En un juicio abreviado realizado en marzo pasado, el Tribunal Oral Federal Nº 2 (TOF2) de Córdoba había sentenciado a Corzo a cuatro años y ocho meses de prisión por el delito de transporte de estupefacientes.
Su cómplice, Mercedi, había quedado fuera del debate debido a que se encontraba prófuga. Sin embargo, tras ser detenida, fue llevada a juicio y ahora condenada.
Lo delató la velocidad
La tarde del 22 de octubre de 2022, los efectivos de la Policía Caminera controlaron a Corzo (con antecedentes penales en Mendoza) y a Mercedi por exceso de velocidad (175 kilómetros por hora). Al pedirle la licencia y la documentación del vehículo, Corzo reconoció que no contaba con esos documentos.
Al chequear el dominio, constaron que el vehículo poseía un pedido de secuestro por robo agravado (ocurrido 10 días antes del control), solicitado por la Justicia de Mendoza. Al notificarlo, Corzo le confesó al sargento, según consta en el acta: “Llevo marihuana en el interior del auto”.
El oficial le preguntó si lo que había escuchado era correcto, a lo que el sospechoso le reiteró que llevaba unos 30 kilos de marihuana. Al interrogarlo sobre dónde exactamente la trasladaba, Corzo señaló los bolsos en el asiento trasero, al tiempo que pidió: “Dejame ir, que dejo la droga” (según la versión oficial).
Los efectivos pidieron la colaboración de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, que incautó 33 “ladrillos”. Fueron imputados y procesados en noviembre pasado por transporte de estupefacientes presuntamente destinados a la comercialización.
Corzo arrastraba múltiples antecedentes penales, entre ellos una condena (de 2020) dictada en Mendoza por tenencia ilegal de arma de fuego de guerra de uso civil. En esta causa se detectaron conversaciones que había mantenido con otras personas, sobre precios, calidad, cantidad y stock de diferentes tipos de sustancias ilícitas.
Increíblemente, se encontraron además fotos de presunta cocaína y “ladrillos” de marihuana, imágenes del pesaje de la droga, cogollos y fotos de tickets de transferencias bancarias a diferentes destinatarios en Paraguay. Incluso, de cheques por importantes sumas de dinero e imágenes de armas de fuego.
Corzo recibió cuatro años y ocho meses de prisión. Se le revocó la condicional impuesta en Mendoza por la causa anterior, y el monto final de la pena se unificó en cuatro años y ocho meses.
La cómplice fue declarada rebelde luego de que la Justicia días atrás fue a notificarla del debate a su domicilio en Godoy Cruz, Mendoza, y no la encontraran. Es que la mujer gozaba de prisión domiciliaria. De esta forma, se le revocó el beneficio y se ordenó su inmediata captura.
Tras ser detenida, fue llevada a juicio abreviado. En un acuerdo con la fiscalía, reconoció los hechos de la acusación. El fiscal auxiliar sostuvo que su grado de participación fue de complicidad secundaria, ya que, si bien al momento de la constatación de los hechos estaba en el auto con Corzo mientras consumaba su derrotero delictivo, entendió que la mujer no constituyó un aporte determinante para su perpetración (porque pudo haber sido sustituido por otra persona).
“La modalidad utilizada para realizar el traslado del estupefaciente, la forma en que se hallaba acondicionada la sustancia ilícita incautada, resulta propia del tráfico de estupefacientes”, indicó el juez José Fabián Asís, del mismo tribunal.
“Respecto del grado de participación por el que debe responder la aquí enjuiciada, me remito a lo ya dicho al momento de tratar la autoría y la responsabilidad de Mercedi en el hecho, señalando que no tengo dudas de que la nombrada es partícipe secundaria del hecho, ya que no tenía el dominio del mismo a través del dominio de la acción, porque la mercadería ilegal transportada materialmente en el Passat no le pertenecía y no estaba bajo su ámbito de disposición y custodia, y su aporte al hecho no se considera esencial”, indicó.
Finalmente, la mujer (madre de cinco chicos menores de edad y sin antecedentes penales), recibió dos años de prisión de ejecución condicional. Sin embargo, permanece detenida por otra causa en Mendoza.
