A pedido de la Fiscalía de Cámara volvió a declarar en el juicio al viudo Marcelo Macarrón, el criminólogo Mario Vignolo, presidente de la Asociación de Médicos Forenses de la Argentina.
Vignolo ratificó que a su juicio Nora Dalmasso tuvo relaciones sexuales consentidas con un conocido que resultó su asesino, con lo que descartó la participación de un sicario.
Dijo no haber hallado signos de que quien la mató hubiera forcejeado con ella para tener una relación, pero interpretó que, por algunas lesiones mínimas, pudo haber habido “un exceso en el permiso otorgado”, un semi consentimiento.
“La relación sexual a veces puede ser parcialmente consentida (…) Por ejemplo, a veces el hombre quiere tener una relación anal y hay mujeres que quieren y otras que no. Ahí puede generarse una escena de violencia, puede no ser consentida esa modalidad”, explicó.
Vignolo también señaló que la prolijidad en la escena del crimen puede dar cuenta de una relación consentida. “Si voy a tener una relación con alguien no voy a ir a romper todo, pero también pudo haber habido una pelea, que se rompan cosas y después se ordene”, dijo.
No planificado
Según Vignolo, no es común el crimen por encargo en la Argentina. Señaló que en su trayectoria, intervino en menos de diez, (varios en el exterior) y que casi en su totalidad fueron por disparo de arma de fuego.
Descreyó de que el crimen de Dalmasso haya sido planificado. “En este caso se improvisa, se utiliza como arma algo que estaba en la escena del crimen. Generalmente, si voy a matar a alguien me llevo algo por las dudas”, razonó.
La hipótesis del forense es que “en medio de una relación, pudo haber habido una desavenencia -por factores relacionados o no con la relación-, que lo llevó a él a matarla”.
Femicida
Al ser consultado Vignolo sobre cuál sería el perfil del autor del homicidio, expresó que se trataría de una persona “fuerte física y psicológicamente, alguien que producía un sometimiento sobre ella”. Dejó entrever que el asesino pudo haber estado encima de Nora cuando la mató. “Por eso yo describo la medalla marcada sobre el cuerpo de ella, sin salir de ella, se da vuelta, saca la cuerda (lazo) y la mata con lo que más a mano tiene, es como una improvisación”, ratificó el forense.
En diálogo con los medios, al salir de Tribunales, Vignolo volvió a describir al asesino como “una persona con fuerza física, temperamental, con una personalidad agresiva.” “No quiere decir que sea un asesino serial, una personalidad con rasgos agresivos, violentos, una personalidad muy fuerte y poseedora”, dijo.
Consideró que no sería un desconocido. “Si abro la puerta a alguien para tener relaciones, es posible que sea de mi entorno, no necesariamente de la familia”, especuló.
¿Por qué la tapó?
El fiscal Julio Rivero le consultó expresamente a Vignolo, por qué el asesino pudo haber dejado el cuerpo semi tapado en sus genitales.
Le leyeron al forense un párrafo de la autopsia psicológica que advierte, en la posible acción post mortem, “cierta necesidad subjetiva de rechazo por lo realizado o de reparación hacia la víctima, una relación emocional con la víctima”.
Coincidimos con la pericia oficial que yo no conocía, pudo haber habido un acto instintivo, como una reparación”, explicó Vignolo.
Para el psiquiatra forense, “como el autor pudo ser alguien conocido, más allá de toda la crueldad y agresividad pudo haberla tapado de manera instintiva, como un acto de respeto hacia la víctima o hacia quien la encontrara”.
