Nicole V, la oficial de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que fue apartada de su cargo por la viralización de videos sugestivos en TikTok e Instagram utilizando el uniforme reglamentario, rompió el silencio en las últimas horas.
En una reciente entrevista, la joven no solo explicó que su conducta fue motivada por una desesperada necesidad económica, sino que además reveló la impactante cifra que logró generar en su primer mes vendiendo contenido, contrastándola con su magro salario policial.
La oficial, cuya situación fue catalogada por la fuerza porteña como un acto que afecta el “prestigio institucional” y constituye un “uso indebido” de las prendas policiales, defendió su decisión señalando que sus ingresos se vieron drásticamente reducidos mientras cursaba una licencia médica prolongada.

La abismal diferencia económica
Nicole V. explicó que, al encontrarse en tratamiento médico prolongado o pasar a disponibilidad, la Fuerza le quita la mitad del sueldo. La joven confirmó que, en ese momento, su ingreso mensual se había reducido a $600 mil pesos.
Según su testimonio, esta cifra era insuficiente: “No me alcanzaba siquiera para comprar las pastillas”.
Fue esta precariedad la que la impulsó a buscar una vía alternativa para promocionar una página de contenido pago.
La ganancia generada a través de OnlyFans y la venta de contenido superó exponencialmente su sueldo reducido.
“Comencé este mes, hace un mes que estoy con la venta de contenido y este mes estuve facturando $ 6 millones.
La oficial incluso criticó los salarios de la fuerza de seguridad, afirmando que “cobran un sueldo básico muy bajo para la vocación que tienen”, considerando que arriesgan su vida las 24 horas del día.

La situación personal de Nicole
El contexto personal en el que Nicole V. tomó la decisión de crear contenido fue el factor clave que expuso durante su entrevista. La joven contó que es madre soltera y tiene una hija.
Además, reveló que se encontraba de licencia por salud mental, un estado derivado de una compleja situación de violencia de género que involucró un episodio de hostigamiento y acoso sexual por parte de su expareja.
Debido a esta situación, la oficial estaba en tratamiento médico neurológico y psiquiátrico y esperaba una junta evaluadora cuando los videos se viralizaron.

Ella enfatizó que, al verse obligada a cobrar la mitad de su sueldo y ser la responsable de su familia, no encontró otra manera de generar ingresos.
Aunque la oficial ha pedido disculpas y se mostró arrepentida, su caso escaló de una falta disciplinaria a una posible causa penal.
Actualmente, un abogado presentó una denuncia solicitando que se investigue el caso como una supuesta red de trata con fines de explotación sexual, argumentando que la policía suspendida podría ser la figura central de un entramado complejo.
Mientras la Justicia evalúa si abre una investigación formal, Nicole V. se encuentra “a la espera de la resolución del sumario administrativo” que definirá su futuro dentro de la fuerza.


























