Alojados en un pabellón de la Cárcel de Bouwer, desde hace tiempo los dos hombres transcurren sus días cada vez más lejos de recuperar la libertad y así poder volver a su querido Perú, donde nacieron, se criaron y se fortalecieron en lo suyo.
Es que en el penal cordobés, estos dos hombres peruanos están con prisión preventiva, por un lado, por haber supuestamente mandado a matar a un rival. Por otro lado, están acusados y seguirán presos por liderar una banda narco que usaba a connacionales en Córdoba.
Las rejas, las celdas, el presidio cordobés, sin embargo no fueron obstáculo alguno para que estos dos individuos siguieran haciendo lo que saben hacer: el narcotráfico, según sospecha la Justicia.
Tanto es así que ambos habrían estado manejando, hasta hace pocas horas, los “hilos” de una nueva banda narco que se dedicaba a traer cocaína y marihuana desde Buenos Aires para comercializarla en barrios de Córdoba Capital.
El fiscal Carlos Cornejo, del fuero de narcomenudeo en Córdoba, entiende que estos dos peruanos presos en Bouwer continuaban articulando y manejando una nueva organización.
¿Cómo hacían? Simple: mediante el empleo de celulares prohibidos que tenían en su lugar de encierro.
Además, daban órdenes a los lugartenientes que lo visitaban de manera regular al presidio.
Buena parte de la banda, por cierto, cayó en las últimas horas.
Cocaína secuestrada
Como se hace en las causas narco, hubo que hacer allanamientos de manera simultánea para evitar fugas.
Así fue que, por un lado, personal de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) realizó allanamientos en las celdas de los cabecillas peruanos y les secuestraron celulares y distintas clases de anotaciones.
Por otro, hubo varios allanamientos ya en las calles.
En la terminal de ómnibus, efectivos de la FPA incautaron 4,8 kilos de cocaína. Por otro lado se hallaron mil dosis más de cocaína y 620 dosis de marihuana en domicilios de los barrios de San Ignacio, Bella Vista y Los Naranjos.
Para esos operativos fue clave el trabajo de los perros adiestrados para detectar drogas.
Extranjeros detenidos
Como resultado de los allanamientos, los efectivos detuvieron a dos mujeres (una peruana y otra paraguaya) y a un hombre de nacionalidad colombiana.
No se descarta que, con el transcurso de las horas, puedan producirse más detenciones en torno a esta organización criminal.
Graves imputaciones
Desde la fiscalía de Cornejo se dispuso imputar a los acusados por los delitos de venta de estupefacientes agravada por la participación de tres o más personas. No se descarta que, conforme al avance de la causa, puedan surgir nuevas imputaciones en contra de los acusados.
En paralelo, los dos supuestos cabecillas de la banda (cuyos nombres no trascendieron por el momento) quedarón imputados también por los mismos cargos.
“Están presos por narcotráfico y se les ha dictado prisiones preventivas y están muy complicados. Aún así, seguían manejando su banda, la nueva banda que tenían, que habían organizado”, comentó a La Voz una fuente con acceso a la causa.
De Lima a Córdoba
Como parte de un fenómeno delictivo, en los últimos años se produjo en Córdoba Capital la instalación y fortalecimiento de complejas bandas narcos cuyos cabecillas y miembros jerárquicos eran oriundos de otros países, principalmente Perú.
Estas bandas lograron asentarse, desarrollarse y “moverse” en la Capital cordobesa en paralelo al accionar de las distintas bandas locales.
Desde las justicias provincial y federal se destacó en distintas oportunidades que estas bandas, a la par del negocio narco, cometieron en Córdoba violentos episodios delictivos como homicidios, tentativas de homicidios y hasta secuestros, además de violentas venganzas armadas a plena luz del día.
Uno de estos grupos se hacía llamar “La Hermandad”; el otro, “los Zeta”. Eran denominaciones importadas directamente desde Perú.
