Miguel Ángel Berlini, de 64 años, murió tras someterse a una cirugía de implante dental en la Clínica Robles, ubicada en el barrio porteño de Belgrano. El procedimiento, programado para la mañana del miércoles pasado, derivó en su fallecimiento y en la detención de dos médicos que participaron de la intervención. La clínica fue clausurada por orden judicial.
El caso generó conmoción entre familiares y allegados, y abrió una investigación por presunta mala praxis. La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 59 imputó a los profesionales por “homicidio culposo” e inició el secuestro de documentación y material médico.
El procedimiento y las primeras irregularidades
Berlini ingresó a las 8 al quirófano para colocarse un implante dental. Según el equipo médico, la cirugía debía concluir al mediodía y el alta estaba prevista para la tarde. Sin embargo, el paciente nunca recuperó la conciencia.
De acuerdo con fuentes de la investigación, el cirujano plástico Marcelo Fernando Robles, propietario del establecimiento, y el médico José Miguel Galeano, quien alquiló la clínica para realizar la intervención, informaron que el hombre presentaba “bajos signos vitales” luego del procedimiento.
El Same constató el fallecimiento a las 16:40 a través del servicio de Telemedicina. La Policía arribó cerca de las 17.

Reclamos de la familia
Los familiares que aguardaban en la sala de espera denunciaron falta de información durante más de cuatro horas. “Desde que entró al quirófano se perdió toda comunicación”, relató Juan Pablo Curet Berlini, sobrino y ahijado de la víctima.
Según el testimonio de la familia, personal de la clínica efectuó dos llamados al Same: uno para pedir asistencia y otro para informar que ya no era necesaria porque el paciente había muerto. También se solicitó la presencia policial y luego se pidió cancelar la intervención de los agentes.
La fiscalía ordenó realizar una autopsia y dispuso la intervención de la Unidad Criminalística para peritar el quirófano. Los médicos quedaron detenidos, se incautaron sus credenciales y se clausuró la clínica.
Qué se sabe de lo ocurrido en el quirófano
En su declaración, los profesionales indicaron que Berlini sufrió un paro cardiorrespiratorio y que aplicaron maniobras de reanimación durante 40 minutos. La fiscalía investiga si existieron fallas en el protocolo, errores en el manejo de la anestesia o demoras en la asistencia.
Los exámenes prequirúrgicos del paciente habían resultado normales y la familia afirmó que el hombre no presentaba afecciones previas.
Quién era la víctima
Berlini vivía en Villa Adelina, trabajaba como conductor de Uber y estaba decidido a realizarse el tratamiento por un problema dental que le provocaba incomodidad al comer y sonreír. Había pagado alrededor de U$D 5.000 por el procedimiento y había investigado distintas opciones antes de elegir esta cirugía.
“Era muy generoso, muy sereno. Vivió para su familia”, recordó su sobrino.
La Justicia aguarda los resultados de la autopsia y los peritajes para determinar responsabilidades penales. La familia pide conocer qué ocurrió dentro del quirófano y reclama que se garantice transparencia en la investigación.


























