La sombra delictiva que parece haberse incrementado alrededor de la figura de Diego Maximiliano Báez alcanzaría la venta fraudulenta de diferentes lotes. El fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, puso el foco en las posibles maniobras que tendrían a Báez entre los sospechosos.
El empresario y otras personas habrían comercializado de forma fraudulenta diversos lotes de aproximadamente 250 metros cuadrados ubicados en la zona de Camino a 60 Cuadras, al sur de la ciudad de Córdoba.
A través de la “inmobiliaria” Construcciones del Norte, ubicada en calle Avellaneda 1527, de barrio Alta Córdoba, del propio Báez, habrían vendido cada parcela en “cuotas” y por un monto total de 140 mil pesos.
La sede donde funcionaba la “inmobiliaria” era una de las propiedades del periodista de La Voz Guido Barbieri, fallecido en abril de 2015. Báez, su madre, Susana Graciela Peralta (fallecida en 2020), y su primo, Miguel Herrera, habrían usurpado ese domicilio para luego montar Construcciones del Norte.
Los damnificados –que serían al menos 14 personas– habrían suscripto boletos privados de compraventa con Diego Báez en la casa usurpada a la única heredera de Barbieri, su sobrina y denunciante (y posteriormente también fallecida). El fiscal mantiene la causa bajo secreto de sumario.
Compras con “dólares”
Báez también habría incursionado en el expendio de dinero falso y en otras estafas, aunque con anterioridad.
El fiscal federal N° 1, Enrique Senestrari, determinó que Báez habría utilizado 500 dólares falsos, sabiendo de esa condición, para realizar diferentes compras en el Nuevocentro Shopping en menos de dos horas, y lo envió a juicio.
Cerca de las 15.50 del 20 de noviembre de 2011, Báez ingresó al local de Lacoste y adquirió un par de zapatillas por 658 pesos. No pagó en pesos o tarjeta, sino con 200 dólares truchos. Sin embargo, la empleada no advirtió la situación.
Báez luego compró una remera y un desodorante en Wrangler por 179 pesos. Abonó con 100 dólares apócrifos, pero la cajera no lo percibió y le dio 246 pesos de vuelto.
Posteriormente, hizo otras dos compras: otra remera, marca Polo, por 226 pesos (en Habito). Abonó con 100 dólares truchos y recibió 193 pesos de cambio. Y finalmente, adquirió un vestido y unos zapatos para niños en Grisino por un monto no determinado.
No obstante, cuando fue a pagar a la caja con 100 dólares falsos, la empleada reconoció que el billete era apócrifo y llamó al personal de seguridad del centro comercial.
Inicialmente negó los hechos, pero Senestrari lo imputó por presunto encubrimiento, estafa, expendio de moneda falsa, intento de estafa e intento de expendio de moneda falsa.
El Tribunal Oral N° 1 le otorgó el beneficio de suspensión de juicio a prueba (probation), pero Báez incumplió el total de los trabajos comunitarios en Cáritas Córdoba y no realizó los pagos a los damnificados.
A pesar de haber concurrido varios meses al Patronato de Liberados, faltó a la última cita, del 21 de diciembre de 2017, un día antes de que se venciera el año de probation (el 22 de ese mes). Es que un día antes, el 20, cayó detenido en la causa de las estafas en la que está imputada casi toda su familia.
Finamente, el Tribunal decidió revocarle la probation.
