La casa es sencilla y está a medio terminar. Tiene el revoque fino y hay un alambrado perimetral sobre una pirca de ladrillos. Los pastos están crecidos, hay una vieja silla de metal y el tacho de basura tiene dos bolsas llenas. La chimenea demuestra uso. Hay dos ventanas corredizas y tienen cortinas coloridas. A través de una de ellas se ve una sala de paredes celestes. Sobresale un atrio de los utilizados en los templos. Encima hay una cruz de gran tamaño y una Biblia.
“Denis y Dylan reyes y señores”, está escrito en la cocina. Son los nombres de las víctimas de entre 15 y 18 años.
Mientras Alta Gracia no sale de la conmoción por el caso de los dos hermanos hallados muertos sobre un sillón, la Justicia intenta desentrañar qué sucedió. La madre de los chicos, Maricel Pedernera, está detenida por orden del fiscal Alejandro Peralta Ottonello, quien la imputó por homicidio calificado reiterado. En caso de ser condenada en un juicio, le correspondería a la mujer la pena de prisión perpetua.
Horror en Alta Gracia: dos adolescentes muertos y su madre detenida
El fiscal ordenó una serie de medidas. Por caso, las autopsias a los cuerpos que se encontraban en un avanzado estado de descomposición. Además, dispuso la realización de peritajes psiquiátricos para determinar si la mujer es o no imputable. Eso será crucial de cara a futuro.
Por ahora, Pedernera permanece alojada en el Neuropsiquiátrico de barrio Juniors de Córdoba. Está bajo fuertes medidas de seguridad.
El caso ocurrido en el domicilio de calle Pachamama al 600 de barrio Villa Camiares en Alta Gracia conmocionó a los vecinos de la ciudad.
Este martes, sólo un custodio policial se encontraba frente a la casa.
El lunes, cuando el espanto fue descubierto, decenas de peritos ingresaban vestidos en blancos o amarillos para buscar pruebas en una escena espeluznante.
Según trascendió, los dos hermanos yacían muertos en un sillón aparentemente desde hace tiempo. Cuando ingresaron los policías, el olor a putrefacción era evidente y los cuerpos estaban “casi esqueléticos”, según confió una fuente.
Mujer solitaria
Eran dos adolescentes con graves problemas neurológicos, motrices, electrodependientes y que se alimentaban por un sonda. Estaban a cargo de una madre, descripta por los vecinos, como muy religiosa y muy solitaria. La mujer no tenía casi contacto con el exterior, según descripción de los vecinos.
Pasaba mucho tiempo o casi todo el tiempo con los chicos y era “muy devota” de ellos, según explicaba una vecina el lunes por la tarde. Uno de los chicos hablaba, pero el otro solo balbuceaba, dependían de una silla de ruedas, y de la alimentación de su madre.
¿Qué pasó antes de la muerte de estos chicos?
Sólo parece conocerlo por ahora la madre, ya que nadie parecía tener autorización para entrar en la vivienda, ni ver a los adolescentes. Ni siquiera el padre de ambos. La pareja se había separado un año antes.
Figura paterna
El padre es un reconocido albañil de la zona, calificado por los vecinos como “muy trabajador y responsable”. Un dato relevante es que algunos vecinos decían que el padre era el único proveedor, que les llevaba comida y elementos, pero que “no lo dejaban ingresar”. Según trascendió, cuando él intentaba pasar, ella lo habría amenazado con llamar a la Policía.
Cuando el hombre se separó, se fue a vivir con uno de sus cuñados.
El padre y la madre de los jóvenes estuvieron entre los primeros habitantes de Villa Camiares, un barrio relativamente nuevo, colindante con la localidad de Falda del Carmen.
Muchos se preguntan por él, cómo no vio qué pasaba en esa relación con sus hijos.
Según fuentes judiciales, fue el hombre quien hizo el llamado de alerta a la Policía, debido a su preocupación por los hijos.
Incluso una vecina comentó que, en una ocasión vio al hombre muy triste mientras hacía arreglos en su casa y le preguntó qué le pasaba.
Según dijo la mujer, el progenitor habría dicho que estaba “destruido”. Deslizó, además, que la mujer podría haber sido captada por algún grupo religioso, similar a una secta.
Para esta vecina “era un final anunciado”.
Imputabilidad
“Obviamente, vamos a tener pericia psiquiátrica. Corresponde en todos los casos cuando son delitos graves, hay que disponer la pericia interdisciplinaria”, confirmaron fuentes judiciales.
La pregunta de la pericia psiquiátrica se vuelve pertinente ya que la mujer mostraba una devoción religiosa que llamaba la atención de los vecinos.
Por ejemplo, una comerciante de la zona indicaba que la acusada ponía la música religiosa tan fuerte que a veces debían llamar a las autoridades.
Esa poca o nula relación con los vecinos podría tener que ver con la dedicación exclusiva a sus hijos, ya que no trabajaba fuera del hogar tampoco. Y esos hijos eran muy dependientes de ella y de sus cuidados.
Por otra parte, fuentes judiciales indicaron que se ha dispuesto que participará en la investigación un comité interdisciplinario, para aportar mayor “cientificidad” al abordaje. Respecto de la autopsia, resaltaron que podría tardar “muchos días” y no hay un plazo estimativo aún.
El martes, al mediodía, sólo quedaban barbijos colgados de los cercos de alambre, un custodio policial, cintas de delimitación, y la casa solitaria en el barrio Villa Camiares, que el lunes descubrió una escena digna de una película de horror.
“Jeshua” decía la puerta de la casa ubicada en Pachamama al 600. El nombre Yeshúa, según diversos eruditos y grupos religiosos, es el nombre hebreo de Jesús de Nazaret. En hebreo moderno lo utilizan así los cristianos de Israel y así aparecen en las ediciones del Nuevo Testamento en hebreo. Un dato más que aporta al perfil creyente de la mamá de los chicos supuestamente asesinados por ella.
Otras historias de espanto en Córdoba
El caso de las hermanas. En febrero de 2022, dos hermanas, de quien nada se sabía hacía varios días, fueron halladas asesinadas en el interior de un viejo pozo en un domicilio de barrio Autódromo en Córdoba Capital. Se trataba de Esther Castro (41) y Sara Castro (39). Las autopsias determinaron golpes y cortes. Por el doble asesinato fueron acusados dos varones y una chica que vivían en la casa y de quienes nunca quedó claro qué vínculo tenían con las víctimas (hijos o sobrinos). Los tres fueron detenidos y, mientras los varones fueron acusados por homicidio, la chica por encubrimiento agravado.
Inimputables. A fines de ese año, tras una serie de peritajes psiquiátricos se determinó que los tres jóvenes eran inimputables y fueron enviados a un centro de salud mental, dijo la Justicia.
Matar a la madre. A fines de enero de 2023, una mujer llamó a la comisaría de Capilla del Monte: “Vengan. Maté a mi mamá”. Al cabo de unos minutos, la Policía encontraba muerta a María Rosa Rivetti Santini (59). Su hija, Celeste Rodríguez (30), quedó detenida. La joven confesó ante los policías y luego ante la fiscal que había asfixiado a su madre tras apoyarle una almohada en la cabeza.
Dijo que estaba a su cuidado y que no podía hacerlo más. Celeste relató que su madre estaba muy enferma y que la familia la había dejado sola. Además, no contaba con dinero ni ayuda estatal.
Muerte en la cárcel. Celeste fue imputada por homicidio calificado por el vínculo y fue enviada a la Cárcel de Mujeres que funciona en Bouwer. Semanas después, la hallaron muerte. Había tomado una autodeterminación.
