Este domingo por la madrugada, un remisero de 46 años fue asesinado en la ciudad de Río Cuarto. Según informó la Policía de Córdoba, lo mataron de un tiro por la espalda.
La víctima, identificada como Facundo Pereyra, fue encontrada desvanecida en el interior de un Fiat Uno entre las calles Goudard y 12 de Agosto, en el barrio 400 Viviendas del sur de dicha ciudad.
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Este lunes, la Fiscalía General confirmó que un chico de 16 años fue detenido y sería uno de los el autores materiales del asesinato del trabajador del volante.
Según se informó de manera extraoficial, junto con él, quedaron demorados otros dos adolescentes de 14 y 15 años que estarían también directamente vinculados con el hecho. Como no son imputables, quedaron a disposición de una jueza en el ámbito de la Justicia Penal Juvenil.
En ese marco, este lunes, el gobernador de la provincia, Martín Llaryora, se mostró conmocionado por lo sucedido y confirmó que ya sabía la edad de los presuntos responsables ya apresados por el hecho .
“La nvestigación fue muy rápida. Empezó a esclarecer el hecho a la tarde, hoy están en el Complejo Esperanza, fui siguiendo todo el caso”, dijo el gobernador en Mitre 810.
Y luego dio su opinión al ser consultado respecto de la baja en la edad de imputabilidad de los menores y los proyectos que se están discutiendo sobre el tema: “Tenía una postura tomada pero a medida que va pasando el tiempo la estoy empezando a cambiar porque no se puede más, hay que hacer modificaciones al régimen por lo menos para algunos delitos”.
“Hay que animarnos a rediscutir, estas son las cosas que te cambian de parecer, tenía una postura totalmente tomada. Es increíble la cantidad de hechos que están pasando con menores que matan, que no es su primer ingreso, no se si no habría que empezar a ver un régimen donde si no es un delito de esta dimensión, tengas un tratamiento, a tu segundo pases a otro tratamiento”, agregó.
El crimen del remisero en Río Cuarto: cómo fue
Luego de ser encontrado desvanecido, el trabajador fue trasladado hacia el hospital San Antonio de Padua, donde se constató que presentaba un disparo de arma de fuego en zona intercostal. Finalmente, el hombre falleció en el nosocomio.
Según informó Telediario Digital, Pereyra tenía tres hijos y trabajaba como operador de una empresa de traslado de personas con discapacidad. Desde hace poco tiempo, además, trabajaba como remisero durante las noches.
