A casi 14 días de la angustiante desaparición de Lian Gael Flores Soraide (3 años), la fiscal federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona, ofreció detalles sobre el avance de la investigación. En una conferencia de prensa en el lugar de los hechos, la fiscal confirmó que, lamentablemente, el menor no se encuentra en la denominada “zona cero”.
En tanto, los padres del pequeño volvieron a prestar declaración, por tercera vez, en sede judicial. Todo se encamina -hasta ahora- a pensar de que el pequeño de 3 años pudo haber sido secuestrado.
Causa Lian: finalizan operativos en la “Zona Cero” sin éxito
Las tareas de búsqueda se concentraron en un predio de 18 hectáreas en Ballesteros Sud, considerado el lugar donde Lian fue visto por última vez. Durante los operativos, que se extendieron por varios días, se realizaron exhaustivas excavaciones y remociones de tierra. Carmona explicó que incluso se removieron los ladrillos de la parte superior para formar “chimeneas” con la intención de que cualquier olor pudiera emanar y ser detectado por los perros rastreadores.
A pesar del uso de tecnología avanzada, incluyendo georradares, y la participación de perros rastreadores, la fiscal confirmó que “lamentablemente, no hemos detectado la presencia de Lian, en la hipótesis de su fallecimiento”. Se removieron cuatro montículos de tierra cubiertos con lonas blancas y se inspeccionaron seis hornos de ladrillos en el predio donde reside la familia del menor. “El trabajo aquí en el predio ha finalizado”, aseguró la fiscal Miguel Carmona.
La búsqueda continúa en otras áreas y a nivel internacional
Si bien la fiscal Miguel Carmona indicó que no hay indicios de que Lian esté en la “zona cero”, enfatizó que las pesquisas continúan en otras áreas.
“La provincia viene trabajando muy bien en el tema, haciendo todos los rastrillajes, pero nosotros venimos a sumar como Justicia Federal”, declaró la funcionaria.
Como parte de las medidas en curso, se ha librado un exhorto internacional, aunque las autoridades no han proporcionado detalles sobre su contenido ni el país involucrado para no poner en riesgo la investigación.
Desesperación de la familia y avances en la investigación
Lian Gael Flores Soraide desapareció hace once días, el pasado 22 de febrero, mientras jugaba en el patio de su casa en Ballesteros Sud, Córdoba. Su padre, Elías, realizó un desesperado pedido público para que la búsqueda de su hijo continúe. La abogada de la familia, Florencia Giuzzio, señaló que la madre, María Soraire, está recibiendo asistencia psicológica debido a la difícil situación. La asesora legal también destacó que Elías es el “sostén de la familia”.
En el marco de la investigación, se han tomado testimonios, incluyendo el de Marcelino, quien afirmó haber visto una camioneta blanca ingresar y salir de la zona el día de la desaparición. Otro testigo, Raúl, también corroboró haber visto un vehículo similar. Las autoridades han secuestrado seis camionetas con características similares y recientemente sumaron dos vehículos más para ser peritados.
El Gobierno de Córdoba mantiene una recompensa de 20 millones de pesos para quien aporte información certera sobre el paradero del niño. Además, el abogado de la familia, Darío Baggini, ha solicitado que se utilice Inteligencia Artificial para procesar el gran volumen de información disponible en el expediente.
La búsqueda de Lian continúa con la participación de diversas fuerzas de seguridad, incluyendo la Policía de Córdoba, la Policía Federal, Gendarmería y el Ejército. Las autoridades mantienen el secreto de sumario para no alertar a posibles responsables y asegurar el éxito de la investigación.
95 niños desaparecidos
La ONG Missing Children cuenta actualmente en Argentina con un registro de 95 niños y niñas desaparecidas. Explican que en más del 90% de los casos, por problemas de identidad o conflictos se escapan de sus hogares, pero que hay un porcentaje de casos en los que se presuponen desapariciones forzadas. No aparecen otras explicaciones.
Explican que la trata de personas tiene muchos objetivos: desde fines adoptivos, hasta el tráfico y venta de órganos, o para la explotación sexual, entre otros.
