Patricia Kadgien y su esposo, Juan Carlos Cortegoso, entregaron a la Justicia federal el cuadro Retrato de Dama, obra que tenían en su poder y por la que cumplían arresto domiciliario en la ciudad de Mar del Plata, acusados de encubrimiento de contrabando vinculado a esta pintura que tiene una antigüedad de más de 300 años.
La obra de arte está denunciada como robada por fuerzas nazis a un coleccionista holandés durante la Segunda Guerra Mundial. En una serie de allanamientos la Justicia no había conseguido secuestrarla durante la última semana.
El cuadro robado por los nazis
El diario La Nación precisó que, a través de una presentación de su abogado, la pareja había reconocido tener bajo su poder el cuadro en cuestión.
Se ratificó en ese documento como su propietaria legal y puso la obra de arte a disposición del fuero civil de la Justicia ordinaria para que quede en consignación en el marco de esta disputa legal.
Pero la jueza Patricia Juárez, titular del Juzgado en lo Civil y Comercial en el que recayó el escrito, se declaró incompetente. El caso, entonces, mantiene su tratamiento en el fuero penal de la Justicia federal.
Quién es la imputada Patricia Kadgie
Kadgien es una de las hijas del segundo matrimonio de Friedrich Kadgien, un especialista en finanzas que se desempeñó como colaborador en altas esferas del gobierno alemán conducido por Adolf Hitler.
En ese contexto, se lo vinculó con el robo de obras de arte. La Agencia de Patrimonio Cultural de Países Bajos tiene un amplio listado de esas piezas faltantes entre las que se encuentra Retrato de Dama, del italiano Giusseppe Ghislandi, sustraída al comerciante de arte holandés Jacques Goudstikker. Sus herederos reclaman la devolución de esa pieza.
Las denuncias contra Patricia Kadgien y su marido llegaron de parte de Interpol y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca) a partir de una publicación periodística del medio AD, de Países Bajos, donde dejaron constancia que el living de la casa de la pareja lucía aquel cuadro.
La prueba era una fotografía que ellos mismos habían ofrecido para publicar en la web de una inmobiliaria local como parte del intento de venta de su chalet de barrio Parque Luro, donde cumplen arresto por estos días.
El primer allanamiento de ese inmueble fue negativo, pero días después, a través de su letrado defensor, el matrimonio reconoció tener Retrato de dama en su poder e incluso su decisión de ponerlo a disposición de la Justicia, siempre negando cualquier delito penal que se les impute y ratificándose tenedores y dueños legales de esa obra.
El abogado Carlos Murias, casi en coincidencia con la efectivización del arresto domiciliario, en representación de sus clientes había pedido una “acción declarativa de certeza” con la intención de avanzar por un camino distinto al de la acusación penal y que se le reconozca la titularidad del cuadro por herencia.
Según el medio porteño, en el escrito reconocían que ponen la obra a disposición de la Justicia civil y la voluntad de entregarla si se les garantiza el correspondiente cuidado.
Y si la jueza no hiciera lugar al planteo de esta “acción declarativa de certeza”, reclaman que se reconozca a Kadgien y Cortegoso la propiedad de Retrato de Dama por prescripción, dado el tiempo que llevan con la obra de Ghislandi en su poder.
Entre esos fundamentos habrían puesto a disposición elementos y algún documento que avalarían los derechos de titularidad reclamados.
Según La Nación, entre ellos se mencionaría un supuesto recibo de compra del cuadro a un museo alemán, datada en 1943. Esa operación estaría a nombre o se le asignaría a una cuñada de Kadgien, vínculo de su primer matrimonio.