Una nueva modalidad de fraude por medios electrónicos genera preocupación en Córdoba. Es el “phishing” (captura de datos) que realizan estafadores desde una página web “trucha” que intenta hacerse pasar por el sitio de la Inspección Técnica Vehicular (ITV) de Córdoba.
En esa página se habilita el trámite de pago online y la reserva de turno, y para concretarlo solicita los datos de la tarjeta de crédito del cliente.
“Esta página pide pago por reserva de turno, pero nosotros no cobramos nada por internet, queremos advertir al público”, dijo Nicolás Agustín Molina, director técnico de la ITV Córdoba.
No tenemos un registro acabado aún de la cantidad de potenciales damnificados, hemos tomado conocimiento de esta estafa porque al momento de abonar la inspección algunos clientes nos comentaron que ya habían pagado una parte por internet, en esta página. Ayer tuvimos aproximadamente 10 casos de este tipo, pero no sabemos si hay más que aún no hemos detectado”, puntualizó Molina a La Voz.
Uno de los ganchos que tenía el engaño era que se trataba de una “microestafa”: es sabido que la gente presta menos atención a lo que abona cuando es escaso el monto que tiene que pagar. En este caso, según lo que dijeron los clientes a los empleados de la ITV pagaron 4.000 pesos, sólo por el turno, que no se cobra.
La ITV sale hoy en Córdoba 23.062 pesos para un auto particular.
La página oficial tiene como dominio itvcordoba.com.ar y la apócrifa es tuitvcordoba.com. Está construida con información copiada de la oficial, con apelación a instrucciones para el trámite, la información que se requiere y otros elementos que pueden hacer que se confunda con facilidad con la legítima. Incluso copia el logotipo de la ITV Córdoba y de Opus Inspection, que es el grupo que tiene a su cargo la prestación del servicio en Córdoba.
En un comunicado publicado en su página web oficial, la empresa Opus, a cargo de la ITV Córdoba, dice: “Se informa que se ha detectado la existencia de una página web que, haciéndose pasar por el sitio oficial de la ITV, estafa al público solicitando datos de la tarjeta de crédito. A partir de este comunicado se busca dejar en claro que: no hay pago online habilitado para la ITV, solo presencial en las plantas de inspección, la única web oficial es www.itvcordoba.com.ar, nunca se solicitan datos de tarjeta de crédito o cuenta bancaria al reservar un turno”.
La empresa ya radicó la denuncia correspondiente en la Fiscalía de Cibercrimen, a cargo del fiscal especializado Franco Pilnik.
Un elemento verosímil
Esta estafa se vale de un elemento de verosimilitud: desde hace tiempo se habilitaron turnos y el pago online de las verificaciones policiales, un trámite indispensable para la transferencia de un automotor. Por analogía, muchos usuarios pueden haberle dado credibilidad a la oferta de este servicio digital de la ITV.
El “phishing” o captura de datos es una de las modalidades más habituales de estafas por internet. No es una técnica, sino más bien un conjunto de técnicas que persiguen el engaño a una víctima ganándose su confianza haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza por medio de la suplantación de identidad de tercero de confianza, para manipularla y hacer que realice acciones que no debería realizar como, por ejemplo, revelar información confidencial o hacer clic en un enlace “contaminado”.
Para realizar el engaño, habitualmente se hace uso de lo que se conoce como ingeniería social, que son técnicas de manipulación, explotando los instintos sociales de la gente, como es ayudar o ganar tiempo, hacer más cómodo, barato o eficiente una gestión.
Es muy común también la adulación de la víctima, explotando su intrínseca vanidad o necesidad de ser reconocido, baja autoestima, o una persona que busca trabajo. Por ejemplo, enviando correos electrónicos o mostrando publicidades a la víctima diciéndole que ha ganado un premio y que siga un enlace para recibirlo, siendo aquellas promesas falsas un cebo. A veces también se hace uso de procedimientos informáticos que aprovechan vulnerabilidades. Habitualmente el objetivo es robar información, pero otras veces es instalar malware, sabotear sistemas, o robar dinero a través de fraude.
