Los tomacorrientes más próximos al sitio donde había quedado reposada la notebook que inició un trágico incendio en marzo no mostraron signos de haber sido usados. Por lo tanto, se descartó que el aparato estuviera enchufado.
El fuego se inició por un desperfecto en la batería de litio de la computadora.
Así lo revelaron los peritajes que ordenó el fiscal Rubén Caro, a cargo de la investigación por el dramático incidente ocurrido a fines de marzo en un departamento de un edificio del barrio Nueva Córdoba, en la Capital provincial, y que terminó causando la muerte de dos jóvenes estudiantes jujeños.
El único sobreviviente recién pudo testificar este último mes y para los investigadores su testimonio fue de gran valor.
Caro ofreció una conferencia de prensa este jueves, instancia en la que repasó los detalles de la investigación que encabezó, que cerrará como un accidente.
A posterior de esa instancia, dijo que la computadora no estaba conectada. Bomberos fue la delegación encargada de realizar los peritajes técnicos.
“Del informe de los especialistas surge que los enchufes ubicados a proximidad del sitio donde se originaron las llamas no había señales de su utilización. Por lo cual, se descartó que el aparato pudiera estar cargándose cuando se inició el fuego. La notebook no estaba enchufada”, comentaron los pesquisas.
En efecto, Bomberos corroboró los tomacorrientes minutos más tarde de haberse apagado las llamas. En esa primera tarea ocular, según consta en la causa, ya se había advertido que los enchufes no habían sido utilizados.
“Lo que sí se pudo constatar durante la investigación es que la computadora sí había sido utilizada, de eso no hay dudas”, comentaron fuentes allegadas a la causa.
En ese mismo sentido, los peritos aclararon que no necesariamente una batería debe estar cargándose para provocar un foco ignífugo como el que se produjo en el departamento de Nueva Córdoba.
“Una batería puede sobrecalentarse por haber sido utilizada durante un largo tiempo, así que podría haber ocurrido que el desperfecto estuviera relacionado con el tiempo o el modo de uso”, dijeron desde Bomberos.
“Dentro de la celda, los electrolitos eliminan vapores y juntan mucha presión. Si se fisura la carcasa de la batería se produce esta fuga térmica con ignición”, comentó el jefe de Bomberos, Sergio Cravero.
No obstante, no se puede establecer a ciencia cierta, según explicaron los especialistas, qué fue lo que originó las llamas en el trágico incendio de marzo.
“Puede haber sido por un golpe, por sobrecalentamiento, o por el deterioro mismo que pudiera haber tenido la batería de esa notebook. También influyen las condiciones de uso, como por ejemplo si la utilizaron bajo el sol o expuesta a temperaturas”, explicaron los pesquisas.
Recomendaciones para el uso de baterías
Dada la conmoción que suscitó la información sobre la causa del fuego, y que las baterías de litio tienen en la actualidad un uso expandido en computadoras, celulares y otros elementos cotidianos, desde Bomberos recomendaron una especial atención en estos componentes.
“Siempre es preferible cambiar, por piezas originales, las fuentes que presentan anomalías. Por ejemplo, si el cuerpo de la batería está abollada o se muestra hinchada”, puntualizó Cravero.
También pidieron que ante un funcionamiento anormal (por ejemplo, si las celdas ya no retienen la carga) deben ser suplantadas y desechadas en centros de tratamiento de residuos tecnológicos.
“Cualquier golpe o rotura de la carcasa de una batería puede ser un foco ignífugo. Hay que observar la superficie de las piezas y chequear que no presente roturas”, subrayó el especialista.
El incendio
La tragedia sucedió el jueves 28 de marzo a la madrugada y provocó la muerte de los jóvenes Luis Sebastián Liquín (19) y Tiziano Tejerina (18). Al tiempo que un tercero, Pablo Apaza, logró salvarse y su familia vino de Jujuy a buscarlo.
Para escapar del siniestro, salieron por una ventana desde el piso 12 y quisieron bajar. Cayeron al vacío.
Las llamas iniciaron a las 5 de la mañana en el departamento 12 A del Edificio Aguaribay, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen al 398, barrio Nueva Córdoba.
Presuntamente, dentro del departamento todos dormían.
