La investigación por el tráfico de un cargamento millonario de cocaína de Salta se acerca a la verdad en Córdoba. La Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de la Capital cordobesa confirmó los procesamientos de los acusados de trasladar 15 kilos de estupefacientes al departamento que le alquilaban temporalmente a un exjuez federal, sin que él lo supiera, para posteriormente venderlos.
El departamento estaba en una torre de lujo a la vera del río Suquía.
Los camaristas Eduardo Ávalos, Abel Sánchez Torres y Graciela Montesi confirmaron los procesamientos de los hermanos Juan Alberto “Roly” Ruiz Díaz y Fabio Miguel Ruiz Díaz (falsos visitadores médicos), Matías Leonardo Baldiviezo, Héctor Daniel “Mono” López, Miguel Ángel “Enano” González, María Luz del Huerto “Patrona” Arévalo Luna, José María “Bigote” Gaona y Carlos Alberto “Charly” Herrera.
De ese modo, quedaron al borde del juicio, en otro caso de narcotráfico en Córdoba, jurisdicción que se ha transformado indudablemente en un paso seguro de droga enviada desde otras provincias o en un punto clave de venta en el país.
Las pruebas que complican a la narcobanda
La causa nació en 2021 como un desglose de otra, en la que cayeron varios presuntos dealers de Salta, entre ellos, Pedro Porfidio Pérez. Sospechado como proveedor del narco Eugenio Andrés Cavas, Pérez habría sido también uno de los aprovisionadores del mecánico Roque González.
A través de las escuchas, los investigadores comandados por el fiscal federal N° 3 de Córdoba capital, Maximiliano Hairabedian, y el juez N° 1 del mismo distrito, Alejandro Sánchez Freytes, descubrieron conversaciones entre diversos sospechosos que, posteriormente, adquirieron preponderancia en el andamiaje de la organización.
Así, como supuestos jefes emergieron los hermanos Roque y Miguel González (este último condenado por coima), junto con “Mono” López (sentenciado por producción de drogas). Según la investigación, Roque mantenía fluidos contactos relacionados con la venta de drogas, entre ellos, con un hombre (no identificado) con el que habría tenido algún tipo de negocio ilegal.
En la conversación, el “NN” le reclamó una supuesta “deuda” que el hermano de Roque, “Enano”, había contraído con aquel por 11 kilos de estupefacientes “podridos”, dice la causa.
Y remarcando las sospechas de los pesquisas de que Roque estaba inmerso en operatorias de drogas, el “NN” le consultó sobre el “blanco” (cocaína).

Los investigadores detectaron que otro de los contactos de Roque, “Charly” Herrera, un changarín devenido en su supuesto cómplice, habría trasladado droga de Córdoba a Mendoza.
En la operación, que data de 2021, Roque habría oficiado de “puntero” en un Audi A1, y Herrera, de transportista de la carga. Pero el auto de “Charly” tuvo un desperfecto en el camino y Roque llamó a su hermano para que le acercara dinero para cubrir el costo del remolque.
Las pistas permitieron ir perfilando los movimientos y sospechosos viajes de los hermanos González y otros dos hombres al norte del país.
En 2022, habrían viajado a Salta o Jujuy para perpetrar varias “mejicaneadas” (robos entre traficantes) y habrían realizado negocios con “Patrona” Arévalo Luna, novia del exgendarme “Bigote” Gaona, condenado en Salta por otra causa narco (operaba desde la cárcel).
La pareja salteña habría sido una de las proveedoras, junto con Porfidio Pérez, de la droga que los González habrían adquirido. En otros casos, hasta habría “mejicaneado” sustancias con ella.
Fue entonces cuando los investigadores identificaron una posible operación entre “Patrona” y Roque. El cordobés habría tramado viajar a Salta para pagarle con una camioneta la compra de estupefacientes que la mujer, según el plan, debía guardar en su casa una vez que los obtuviera de un narco boliviano.
El propio “Charly” Herrera habría planificado o recibido la orden de realizar un “laburo lindo”: trasladar desde Buenos Aires hasta Córdoba unos “100″, lo que los pesquisas entendieron como 100 kilos de marihuana. Y también habría realizado otras cargas desde La Calera (donde vivía “Enano”) y Córdoba hasta Río Cuarto, con el puntero “Rulo” González, primo de los hermanos.
Bajo supervisión judicial, en octubre de 2023 la Fuerza Policial Antinarcotráfico instaló una cámara de vigilancia que trazó la “ruta” de los movimientos de “Enano” en su casa de La Calera.
Pocos días antes del hallazgo de la cocaína en Cardinales, que se investiga en esta causa, los hermanos Ruiz Díaz (también presuntos proveedores) fueron captados ingresando en una Toyota SW4 a la casa de “Enano”.
“Roly” Ruiz Díaz, “Enano” y “Mono” López habrían acordado el traslado de droga desde Salta hasta Córdoba. En paralelo, “Enano” contactó al otro supuesto proveedor Gaona, quien le ofreció enviar droga a La Calera o que “Charly” viajara a Salta a buscarla, según la investigación.
Los pesquisas determinaron que el pagador sería “Mono” y que la operación se haría en dólares y contra entrega de una Ranger (“Roly” fue visto luego a bordo de ella).
A través de otra escucha, el fiscal descubrió que los Ruiz Díaz viajarían a Córdoba, donde las “cosas” se concretarían posiblemente el “sábado”. Ese dato fue clave, porque el sábado 25 de noviembre Gendarmería allanó el departamento del exjuez e incautó la cocaína.
Ese día, horas antes, los Ruiz Díaz estacionaron su Amarok V6 cerca del ingreso a Cardinales, donde se alojaban. Baldiviezo, otro de los sospechosos, descendió de otra V6 con dos bultos y los introdujo raudamente en la camioneta de los hermanos.
Los falsos visitadores médicos Ruiz Díaz entraron a las cocheras del complejo y subieron al inmueble del exjuez federal de San Francisco Mario Garzón (que les había alquilado, sin saber lo que sucedería después) con los mismos dos bultos.
El fiscal Hairabedian profundizó la pesquisa y allanó la casa de Herrera en esta Capital, donde con “Enano” habrían montado un arsenal ilegal.
Apelaciones y confirmación de la Cámara
Los imputados fueron procesados, pero sus defensas apelaron ante la Cámara. Sin embargo, la Sala A confirmó el fallo de primera instancia.
Los elementos probatorios, remarcó el vocal Ávalos, “permiten tener por acreditada no sólo la existencia del accionar ilícito, sino que son también suficientes para sostener la participación y la responsabilidad penal” de los procesados.
“Los hechos que culminaron finalmente con el secuestro de los 15 kilos de cocaína (…) no fueron aislados ni azarosos, sino que se dieron en una actividad coordinada donde todos habrían prestado su cooperación” para “transportar y comercializar estupefacientes”, subrayó el vocal.
Aunque no consideró suficientes las pruebas para considerar que Baldiviezo colaboró en la organización del tráfico por fuera de su intervención en el transporte, los camaristas Sánchez Torres y Montesi –por mayoría– dieron por acreditada su intervención en la coordinación como partícipe necesario.
Respecto de Miguel González, revocaron el procesamiento por acopio de armas y ordenaron al juez profundizar la investigación para establecer su vinculación o no con ese hecho.
De esta forma, la causa se encamina al juicio.