Mientras la conmoción se acrecienta y los interrogantes se disparan en torno al caso de los dos hermanos hallados muertos en una vivienda de las afueras de la ciudad Alta Gracia, la Justicia trabaja para determinar qué sucedió en esa casa del horror, cómo fue que murieron esos jóvenes y, principalmente, establecer si la madre de los chicos es imputable ante la ley de cara a futuro.
Maricel Pedernera (40), quien permanece presa con cuidados para que no vaya a atentar contra sí misma en el Hospital Neuropsiquiátrico de barrio Juniors, de Córdoba, el fiscal Alejandro Peralta Ottonello la acusó por homicidio calificado reiterado y ordenó peritajes psiquiátricos.
El objetivo central: determinar si ella es imputable y debe responder ante la ley y ser sometida a juicio (la pena es perpetua) o si bien debe permanecer trasladada a un centro de salud mental.
Con el doble crimen de los hermanos, según lo ha caratulado la Justicia, ya suman ocho las personas asesinadas por familiares directos en la provincia de Córdoba en lo que va del corriente año, según un registro propio de La Voz.
Gran parte de los casos acontecieron en el interior provincial.
La mayoría de los casos, suscitados en conflictos interpersonales, peleas, brotes psicóticos o bien por violencia machista, detonaron dentro de cuatro paredes de las propias familias. Todo un síntoma de estos tiempos. En uno de los casos, el homicida se quitó la vida. Fue tras matar a su hija de un balazo.
En los demás casos, como el protocolo exige, se han dispuesto peritajes interdisciplinarios psiquiátricos para determinar si los homicidas comprendieron lo que hicieron y si, por ende, son imputables o no de cara a la ley.
En uno de los episodios, el acusado ya fue declarado inimputable: es un joven adicto a toda clase de drogas y con serios padecimientos psiquiátricos que masacró a su abuela semanas atrás en la Capital.
Ese muchacho permanece alojado bajo estrictos cuidados en el pabellón de salud mental del Hospital Iturraspe de la ciudad de San Francisco.
Los cuidados son para que no vaya a atentar contra otros, ni contra él mismo. Son los mismos cuidados y prevenciones que se han solicitado contra la mujer acusada ahora de haber matado a sus dos hijos en Alta Gracia y que está en otro neuro.
Por cierto, la mayoría de los acusados de haber matado en el seno del hogar son varones.
No se cuenta en este relevamiento los ataques en los que las víctimas pudieron sobrevivir.
Asesinatos tras asesinatos
Matar a la madre. El fiscal Peralta Ottonello, el mismo que ahora investiga el caso de los hermanitos de Alta Gracia, mandó a juicio hace pocos días a un hombre que a comienzos de este 2024 masacró a su propia abuela. Se trata de Marcos Bottaro, de 38 años, quien fue enviado a juicio por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género por el asesinato de Olga Bernardi. La maestra jardinera jubilada de 72 años fue asesinada a golpes.
El caso ocurrió en los primeros días de enero en el hogar de la mujer en Alta Gracia. Tras analizar todas las pruebas, testimonios sobre violencias previas y sobre todo los peritajes que demostraban que el acusado comprendía la criminalidad de sus actos, lo mandó a juicio oral. En caso de ser condenado, recibiría perpetua.
Matar al hermano. También en enero, una pelea desatada entre dos hermanos en medio de una cena familiar terminó de la peor manera cuando uno de ellos tomó un cuchillo de cocina y atacó al otro en la cocina. Sucedió en un hogar de las afueras de la ciudad de Río Segundo, en el Gran Córdoba. Juan Carlos García quien tenía 54 años y era un conocido locutor local alcanzó a ser llevado al hospital local, donde murió. Su hermano Néstor García se entregó a la Policía y admitió todo. Acusado por homicidio simple (matar entre hermanos no tiene agravantes), será enviado a juicio.
Adicción y crimen. Hugo León tenía 61 años y era como un padre para el mayor de los hijos de su pareja. Sin embargo, las cosas terminaron de la peor forma en febrero en la casa de Villa Martínez. Hugo recibió al menos siete puñaladas que le terminaron causando la muerte. La sospecha es que las discusiones por la adicción a las drogas del muchacho se habían vuelto sin retorno. El joven escapó de la casa tras el crimen y fue detenido por pesquisas de Homicidios al cabo de unas horas. El fiscal Pablo Cuenca Tagle, del fuero de Violencia Familiar, lo imputó por homicidio simple y ya le dictó la prisión preventiva. El fiscal aguarda unas pruebas más para enviarlo a juicio.
Matar a la abuela. Élida Victoria Bustos tenía 87 años y ya había sido amenazada varias veces por su nieto. Gastón Saavedra (26) enfrentaba una serie de adicciones y tenía, según su familia, un historial de internaciones. En febrero, el joven irrumpió en la casa de la mujer y la mató con una tijera en su vivienda de barrio Ampliación Rosedal. Sus familiares creen que el joven le robaba dinero para comprar drogas.
Los peritajes han determinado que es inimputable. Días atrás, fue enviado a un neuro de San Francisco.
Matar a los hijos. En estos cuatro meses de 2024, hubo otros dos casos estremecedores en Córdoba de personas que mataron a sus hijos.
En febrero pasado, Teodoro Villarruel (75) irrumpió en el gimnasio donde trabajaba su hija, Eugenia Villarruel (48), y la asesinó de un disparo en la cabeza.
Acto seguido, se quitó la vida. Ocurrió en La Carlota, una localidad del sur cordobés que aún permanece sumergida en el espanto. El hombre tenía antecedentes varios por amenazas y hechos de violencia.
Tan violento como Mario García, el hombre de 49 que ultimó, también con arma de fuego, a su pequeño hijo. Mate tenía 2 años. Todo sucedió en marzo pasado en la localidad de General Levalle.
Para la fiscalía, García cometió ese crimen para hacer sufrir a su expareja. Por eso lo acusó por femicidio vinculante, cuya pena es la perpetua.
