Una empleada judicial de Río Negro fue protagonista de una increíble historia, ya que solicitó más de 400 días de licencia en cuatro años de trabajo pero descubrieron que se mudó de provincia, trabajaba a distancia y incluso tenía otros dos empleos, algo incompatible con su función.
El caso, revelado por Infobae, hace referencia a la historia de Paula P. quien durante 2019 registró más de 100 días de licencia. Luego, en 2022, usufructuó 180 días de licencia extraordinaria sin goce de haberes. Cuando requirió una extensión, le fue negada. Pero al inicio de 2023 usó su licencia por enfermedad por más de 255 días. Finalmente, hizo uso de más de 150 días de licencia sin goce de haberes, con certificado médico.
Licencias, empleos y despido
Tantos certificados médicos y pedidos de licencias extraordinarias llamaron la atención de la Procuración General del Ministerio Público de Río Negro. El conteo daba más de 400 días de ausencia acumulados en apenas cuatro años de trabajo.
Alertado sobre estas inconsistencias, Esteban Aliani, Coordinador de Recursos Humanos de la Procuración General, ordenó, en 2024, la realización de una investigación preliminar de la trabajadora desde 2015 hasta la fecha.
Lo llamativo no solo fueron los más de 400 días de licencia, sino que durante la pandemia, en 2020, la mujer se mudó a Neuquén pero formalmente seguía perteneciendo al plantel judicial de Río Negro. Firmaba papeles a distancia y cobraba su salario, según Infobae.
En este contexto, Aliani también pidió librar oficios a la entonces Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) para que informaran la cantidad de empleadores, aportes, contribuciones y toda otra información.
Confirmaron que la judicial era empleada activa no solo en el Poder Judicial de Río Negro, sino también de la Municipalidad de San Martín de los Andes y de n la Obra Social de Petroleros Privados. Los aportes, las contribuciones patronales y los registros de alta coincidían en que la mujer tenía tres trabajos en simultáneo. Si bien los trabajos eran legales, eran absolutamente incompatibles con su función judicial.
El defensor general de Río Negro abrió un sumario administrativo y la mujer reconoció que tenía trabajos en simultáneo. La empleada judicial alegó desconocer que ocupar simultáneamente varios cargos públicos fuera una violación a la ley. Habló de sus problemas de salud y personales.
Sin embargo, el sumariante fue claro: “La ignorancia no exime del cumplimiento de la ley. La agente incurrió en un incumplimiento grave que afecta la esencia misma de la función pública”.
El Superior Tribunal de Justicia entendió que no estaba juzgando un mero error burocrático sino una conducta que socavaba los pilares de la función pública: la honestidad, la transparencia y la dedicación.
La resolución fue irreversible: la expulsaron del cargo y ordenaron investigarla por un posible daño patrimonial al Estado.