Durante la siesta del martes 13 de diciembre de 2022 Roberto José Carmona (63) se encontraba de visita conyugal a su esposa Ángela Elizabeth Etudiez en la casa de esta, en barrio Las Violetas de la ciudad de Córdoba. Desde Chaco, donde cumplía prisión perpetua, había sido trasladado con la custodia de seis guardiacárceles que velaban para que no escapara.
Pero esa tarde, a esa hora, se estaba disputando la semifinal del Mundial de Qatar, entre Argentina y Croacia, partido que los liderados por Lionel Messi ganaron por 3 a 0.
Esto parece haber sido el motivo para que los seis carceleros se distrajeran mientras veían el partido por televisión -como tantos argentinos- y creyeron que a Carmona no le interesaba el encuentro y se retiraba a dormir la siesta. Nadie custodió la puerta principal, por donde el múltiple asesino se fue como “Pancho por su casa”.
Su mujer, “Angelita”, le habría facilitado la evasión, suministrándole a su marido convicto la llave de una puerta que habitualmente estaba cerrada y que los carceleros chaqueños creían estaba cerrada para siempre.
Pocos minutos después, Carmona abordaba el taxi de Javier Bocalón (45), el infortunado trabajador del volante que tuvo la mala suerte de levantar al peor pasajero. Transitadas algunas cuadras, el asesino de Gabriela Ceppi y dos presidiarios amenazó con un cuchillo al taxista y le exigió que le entregue el auto. Casi de inmediato, lo apuñaló varias veces en el cuello, desde el asiento de atrás.
El auto se estrelló con Carmona al volante. El homicida se bajó e intentó continuar la evasión en otros vehículos, amenazando a otras personas, hasta que volvió a chocar, huir a pie y ser recapturado por la Policía, poco menos de dos horas después de la fuga.
El 17 de mayo de 2024 el jurado popular reunido en la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba dictó una nueva prisión perpetua a Carmona por el homicidio calificado de Bocalón. Quedó pendiente, a partir de ese momento el juicio a quienes facilitaron una fuga que terminó con el resultado homicida.

El juicio que falta
La esposa de Carmona y los seis guardiacárceles chaqueños que lo “escoltaban” deben responder ahora, acusados, de facilitar la fuga.
La acusación señala que la conducta de la mujer fue intencional y que los uniformados fueron negligentes. Deben responder los guardiacárceles de la provincia de Chaco David Rubén Bravo, Walter Gustavo Gómez, Leandro Omar González, Juan José Penayo, Liber Omar Salinas y Jorge Antonio Sánchez.
Además, también está imputada Etudiez, la esposa de Carmona.
Sin embargo, las responsabilidades son distintas: mientras los uniformados están imputados por una conducta “culposa” –por descuido, negligencia o impericia–, Etudiez está imputada por un obrar “doloso”, es decir, intencional.
La presunción del fiscal instructor, Horacio Vázquez, es que mientras unos estaban distraídos por el partido, otra le proporcionaba los medios a su esposo para que se fugara.
Así dice la acusación que llega a juicio y que ya tiene fecha de iniciación el próximo lunes 5 de mayo, entre las 9.30 y las 14, otra vez en la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba.

El mismo tribunal estará presidido esta vez por Juan Manuel Ugarte, quien estará acompañado de sus pares habituales, los vocales Marcelo Jaime y Eugenio Pérez Moreno.
La acusación será llevada adelante por el fiscal de cámara Hugo Antolín Almirón.
Por otra parte, en representación del papá de la víctima, Raúl Bocalón, actuará como querellante el abogado Carlos Nayi.
La continuidad de las audiencias ya está prevista para el 6 y el 12 de mayo.
El expediente original del fiscal de Vázquez consideraba a los seis guardiacárceles también con intención de que Carmona escape, por eso les atribuyó conducta dolosa, al igual que a la esposa del criminal.

Pero esa calificación fue cambiada por la jueza de Control María Celeste Ferreyra, que alivió la situación de los penitenciarios chaqueños, como autores de un obrar culposo. Por esto, en 2023 los seis salieron en libertad y retornaron a su provincia.
Etudiez se encuentra con prisión domiciliaria por su edad (más de 70 años) y por algunas dolencias físicas.
Mencionados
Acaso en uno de los tantos cuentos que Carmona inventó durante las audiencias del juicio en su contra, se ocupó de dejar mal parados al menos a dos de los guardiacárceles acusados por la ayuda para que se fugara.
Penayo fue mencionado hasta el cansancio como quien le vendió la cuchilla usada para matar a Javier Bocalón, mientras que González –jefe del operativo de traslado– quedó señalado como aquel que fue anoticiado de un intento de fuga anterior de Carmona en la cárcel de Chaco.
La versión de la cuchilla “vendida” en Chaco por Penayo, y luego trasladada por el asesino dentro de un televisor, quedó desacreditada en el juicio. Tal vez haya sido otro de los intentos de Carmona por limpiar la imagen de su esposa antes de que la juzgasen.