A casi cinco años de la trágica fiesta electrónica en el Superdomo Orfeo, la familia de la artista riotercerense Tania Abrile (38) reclama justicia por la joven fallecida tras haber consumido éxtasis.
Para la familia no es menor que en las dos causas judiciales (una por homicidio y la otra por haber facilitado el lugar para la venta y el consumo de drogas) la Cámara de Acusación sobreseyera a la mayoría de los imputados.
Por caso, a quienes estaban a cargo de la organización de aquella fiesta con trágico desenlace, Iván Aballay y Héctor Baistrocchi, los dueños de la firma Buenas Noches Producciones. Ambos estuvieron imputados por homicidio y por facilitar el lugar para la venta y consumo de drogas ilícitas.
La familia se constituyó como querellante y casó todas esas resoluciones.
Ahora espera por la fecha de juicio contra Walter Barreto, imputado por homicidio simple y ejercicio ilegal de la medicina.
El 24 de julio está tatuado con dolor en el corazón de su madre, Graciela Abrile. “La Justicia puede hacer cosas buenas. Hay que hacer algo para que en las fiestas electrónicas no siga ocurriendo lo mismo. Quiero un juicio para escuchar qué pasó esa noche”, contó en diálogo con La Voz.
Su abogado, Carlos Ríos, también marcó su preocupación e hizo una presentación en ese sentido, respecto a que por estos días la defensa cuestiona la legitimación de los padres para actuar como querellantes en la causa por la venta de drogas en el interior de aquella fiesta electrónica.
Por su parte, el defensor Ezequiel Mallía pronunció que “en la ley de estupefacientes, el bien jurídico protegido es la salud pública, como un bien supraindividual”, es decir que “excede a la persona” como ofendido penal en este proceso.
La defensa también expuso, en la causa por drogas, que Tania haya “consumido en forma voluntaria”.
