La “extorsión continuada” –tal la figura de la condena– transcurrió sin freno durante 25 años en la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Se probó que Luis Augusto Olmedo (hoy de 70 años), profesor titular de Microbiología, obligaba a los estudiantes a cursar en la academia que “sugería” para poder aprobar sin ningún problema.
Esa indicación se cumplía a rajatablas y sin mayores exigencias a la hora de presentarse a rendir. Los testigos señalan que el docente se valía de una lista que usaba para habilitar la aprobación de la materia. Y si el alumno no estaba en la lista, no aprobaba.
Los testimonios de las víctimas sostienen que hubo quienes rindieron hasta siete u ocho veces sin éxito y terminaron dejando la carrera. Es que la materia les trababa varias equivalencias y les impedía seguir. Muchos pasaron por la academia paralela y aprobaron sin mayores exigencias o con algunas preguntas que les suministraban los “encargados” de Olmedo.
Se cansaron de hacer denuncias a las autoridades de la facultad –estudiantes y docentes–, pero la extorsión no fue frenada.
Sólo por haberlo escuchado de una víctima, fuera del ámbito judicial, el fiscal federal Maximiliano Hairabedian se decidió a actuar de oficio. Logró convencer a decenas de estudiantes que, pese a sentir temor, confiaron en él (y en la Justicia) y aportaron valiosos testimonios. De inmediato, en la segunda mitad de 2020 allanó y detuvo a Olmedo y a sus secuaces.
El empeño del instructor logró que una causa complicada llegara a juicio. Y tras varios meses de audiencias, el Tribunal Oral Federal 1 (TOF 1) condenó a los imputados, de modo unánime. También lo hizo con la exdecana Mirta Spadiliero de Lutri, por incumplimiento de los deberes de funcionaria pública. Por no actuar, pese a que sabía lo que hacía Olmedo.
Pero todavía queda una secuela de esta causa. El TOF 1 ordenó la investigación de más autoridades de Odontología que no habrían actuado a pesar de los avisos que recibieron sobre el proceder delictivo de Olmedo. El actual decano Guillermo De Leonardi y la exdecana María del Carmen Visvisian están mencionados en esa directiva para que sean investigados por el “fiscal federal de turno”.
Por lo que se ventiló en el juicio, además de la conducta de ambos docentes de Odontología, la nueva investigación debe investigar presuntos delitos cometidos por otros profesores, como uno que habría acosado a alumnas y otros que “recomendaban” comprar sus apuntes en comercios vinculados a ellos.
Una última información resulta interesante para esta nueva causa: el fiscal que está de turno no es otro que Hairabedian.
