La Corte Suprema de Justicia de la Nación logró un golpe al narcotráfico en Rosario al confirmar la condena de ocho años de prisión contra Roberto Carlos Monzón, conocido en el entramado criminal como “Robert”. Monzón fue hallado culpable de integrar una de las redes de narcotráfico que operaron en la ciudad en los últimos años, un caso que expuso la magnitud de un entramado con ramificaciones familiares y logísticas.
Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti consideraron inadmisible el recurso de queja presentado por la defensa de Monzón.
Estrategia defensiva
La estrategia defensiva se había centrado en cuestionar las pruebas en su contra, particularmente las escuchas telefónicas, y en una supuesta confusión con otra persona de nombre similar, Carlos Alberto Monzón.
Sin embargo, las conversaciones registradas en la causa lo vincularon con un policía y lo señalaron como “Robert”, el encargado de la administración, el abastecimiento y el control de uno de los puntos de venta de estupefacientes en los conocidos “búnker” de la ciudad.
Tanto el Tribunal Oral Federal Nº2 de Rosario como la Cámara Federal de Casación Penal habían dado por acreditada su intervención, sosteniendo que Monzón “resultó una de las personas de mayor confianza del grupo”. Su rol fue considerado decisivo, ya que tenía bajo su responsabilidad un búnker de venta, gestionaba la logística de provisión y ejercía control sobre la operatoria diaria, siempre en coordinación con los líderes de otras células.
La investigación que culminó con esta sentencia para Monzón y otras 19 personas se inició con una nota de la División Antidrogas de la Policía Federal Argentina, a partir de una intervención telefónica. Esta pesquisa desveló una estructura ramificada en cinco núcleos, cada uno bajo el mando de un líder.
Los complices identificados
- Eduardo Luciano Maldonado: líder de una de las cinco ramas y proveedor central.
- Claudio Benítez: otro cabecilla con una sociedad delictiva.
- Maximiliano Monachesi: responsable de su propia banda.
- Arnaldo Duré Flores: encargado de transportar grandes cargamentos de estupefacientes desde Buenos Aires hacia Rosario, abasteciendo directamente a Monzón.
- Roberto Carlos Monzón: quien a su vez distribuía la sustancia a Maldonado, Benítez y Monachesi.
Además, la red incluía a figuras como Eliana Tamara Moreira y su hermana Nadia, quienes vendían estupefacientes al menudeo, y otros involucrados en el transporte y recepción de cargamentos, como Marbenl Mercado Peña, Gladis Aguilar Cuellar y Jonatan Savan. La fiscalía logró identificar una estructura criminal donde las actividades de los cinco líderes coincidían en la provisión de grandes volúmenes de estupefacientes y el diseño de mecanismos de seguridad para fortalecer el negocio ilícito.
A pesar de que cada líder mantenía cierta autonomía en sus puntos de venta, las conexiones previas entre los integrantes de las distintas bandas fueron suficientes para determinar que conformaban una única organización troncal.
La confirmación de la condena de Roberto Carlos Monzón por parte de la Corte Suprema clausura las instancias recursivas que la defensa había intentado abrir, dejando firme la sentencia de ocho años dictada en primera instancia y ratificada por la Cámara de Casación. Este fallo representa un paso crucial en la lucha contra el crimen organizado en Rosario.