La Policía de Córdoba desbarató una banda que robaba vehículos a pedido de sus propietarios para estafar a las empresas aseguradoras. Por el hecho, el fiscal ordenó la detención de ocho personas, y se secuestraron vehículos, autopartes, un arma y otros elementos útiles para la investigación.
“Corazón de acero” es el nombre clave que la Policía utilizó para referirse a una organización que era investigada desde hace ocho meses por la División de Sustracción de Automotores de la Policía de Córdoba.
El nombre deriva de un curioso lenguaje clave que la organización utilizaba para comunicarse sin levantar sospechas.
Una chanchería era la pantalla que utilizaban como metáfora del tratamiento que les daban a los vehículos.
En las comunicaciones telefónicas hablaban de “matar al chancho” cuando se referían al retiro de un vehículo de la vía pública, se referían al motor como “el corazón”, a las ruedas como “las patas”, y al tablero como “los dientes”.
Además, uno de los lugares en los que la banda realizaba una parte del proceso era una granja de chanchos, de modo que se guardaban las apariencias para no levantar sospechas.
Robos “a pedido”
La característica particular de esta banda de “robacoches” y desarmaderos era que los vehículos eran “entregados” por sus propietarios para así estafar a las aseguradoras.
Se trata de automóviles cuyo valor de venta era inferior al valor de la póliza, por lo que sus dueños preferían que se los roben antes que venderlos, informaron fuentes de la causa.
Así es como “la chanchería” entraba en acción.
Mediante mujeres y a través de redes sociales, los propietarios “contrataban” a la banda para que les robaran el vehículo. El coche era levantado de la vía pública por otros integrantes de la banda que los llevaban a lugares de “enfriamiento”. El rodado no debía aparecer hasta cumplirse el plazo para que la aseguradora pagara al propietario el monto de la póliza.
De allí, transcurrido un cierto tiempo, el “chancho” era llevado a otro punto, donde se lo desguazaba. Finalmente, las autopartes eran ofrecidas por redes sociales (como Facebook Marketplace) o en un “mercado negro” en el que se vinculaban autopartistas que comerciaban con las piezas ilegales.
Operativo “corazón de acero”
Tras ocho meses de investigaciones supervisadas por el fiscal Rubén Caro, llegó el día de actuar.
Para la División de Sustracción de Automotores de la Policía, la paciencia es una necesidad si se quiere desarmar organizaciones delictivas y no solamente atrapar “mulas” o “perejiles”.
Con la emisión de 12 órdenes de allanamiento, los policiales ingresaron a diferentes puntos del gran Córdoba. Entre barrio Rivadavia, Villa La Tela, Parque Santa Rosa, Camino a 60 Cuadras y Juárez Celman, los agentes irrumpieron en propiedades que se utilizaban para guardar los vehículos hasta que se redujera la intensidad de su búsqueda (el “enfriamiento”, en términos delictivos), otras en las que se realizaba el desarme de los vehículos, y aquellas en las que se hacía acopio de las autopartes ilegales.
El saldo del operativo fue de ocho detenidos, cinco hombres y tres mujeres, todos de entre 25 y 45 años con antecedentes de encubrimiento de robos.
Todos ellos se encuentran actualmente a disposición de la fiscalía en la Unidad Penitenciaria 9, con imputaciones por robo calificado, hurto calificado o asociación ilícita en concurso real, según el caso.
También se secuestraron vehículos con pedido de captura, un arma de fuego, autopartes en infracción a la ley respectiva, celulares y otros elementos, como ganzúas y amoladoras, que pueden ser útiles a la investigación.
Mediante el análisis de las piezas secuestradas no se descarta que la investigación pueda continuar y producir más detenciones.
