A diferencia de otros episodios criminales, en los que los investigadores buscan el arma, el responsable, o el cuerpo del delito, en el caso del doble crimen de barrio Autódromo, al noroeste de la ciudad de Córdoba, parece estar todo sobre la mesa, incluso las confesiones. Sin embargo, nada parece tener aún pleno sentido, y la Justicia busca armar el rompecabezas.
El sábado al mediodía, dos jóvenes y una adolescente fueron detenidos junto a la ruta en las inmediaciones de Copina, en las Altas Cumbres. Tras ser interrogados por la Policía respecto a qué hacían y a dónde se dirigían terminaron solicitando que un tío los recogiera, para llevarlos de regreso a la Capital. En el camino, le confesaron dos crímenes: habían matado a su madre y a una tía.
Tras semejante confesión, el tío concurre a la Policía y cuenta. Comienza allí un operativo para buscar a las mujeres supuestamente asesinadas. Finalmente, son halladas en un pozo de 60 metros de profundidad, al fondo de la vivienda que los jóvenes y unos niños compartían con ambas mujeres.
Casa del horror en barrio Autódromo: en búsqueda del sentido
Luego de la confesión de los supuestos autores y su posterior detención, los policías hallaron los cuerpos de las dos mujeres asesinadas en ese pozo de la casa de calle Cabalén 6532. Allí encontraron además elementos contundentes, posiblemente utilizados como armas contra los cuerpos de las mujeres, que mostraban signos de cortaduras e intentos de defenderse.
Una de ellas habría estado maniatada. La otra tendría una herida de bala. En el pozo, además de las mujeres, había muchos repuestos de motos, y mucha ropa arrojada. Todos los elementos están, pero no encajan, no tienen sentido por ahora.
¿Por qué las mataron? ¿Acaso enterraron la ropa para fingir un viaje de las mujeres? ¿Hacia dónde huían? ¿Qué rol tiene en esta horrorosa historia un abuelo recientemente fallecido y que vivía en la misma casa?
Las pericias psiquiátricas de los próximos días podrían arrojar nuevos elementos para determinar si fue un brote psicótico, o el desborde de una larga acumulación de violencia y abusos intrafamiliares, como comentan algunos vecinos, o alguna otra suituación.
Los vecinos de barrio Autódromo no van a recuperar la calma tan fácilmente. Quizás pase tiempo para saber qué ocurrió realmente. Mucho mas, quizá, para encontrar las razones.
