La inseguridad volvió a golpear a los vecinos de barrio Mariano Fragueiro, en la zona norte de la ciudad de Córdoba, cuando el pasado sábado, a las 21, un grupo de al menos tres hombres ingresó armado a una barbería de calle Urquiza al 4100 y, tras amenazar al comerciante, se alzó con un botín insólito para la violencia que desplegaron: cinco máquinas de cortar pelo, una afeitadora, tijeras de peluquero, dos celulares y una suma menor de dinero.
Los delincuentes huyeron del lugar primero a pie y, según testigos, abordaron un remis legal, identificado con el sello de la remisería, que se encontraba estacionado a pocos metros del comercio.
Uno de los sospechosos decidió escapar por su cuenta, pero la fuga se vio frustrada: los vecinos del comerciante lo interceptaron a unos metros y lograron reducirlo.

Cuando la Policía llegó, descubrió que este hombre portaba un arma de fuego calibre 22 en condiciones de uso.
Mientras tanto, otro operativo se desplegaba con apoyo de cámaras del 911. En las inmediaciones del barrio fue localizado el remis en cuestión.
Dentro del vehículo se encontraban los elementos robados, otra pistola calibre 22 con seis cartuchos y los dos acompañantes del atraco.
También fue detenido el chofer, lo que abrió un interrogante clave para los investigadores: ¿Era parte de la banda o simplemente prestaba servicio?
El remisero y el robo
El conductor del remis, un hombre con varios años de experiencia en el rubro, permanece detenido junto con los demás sospechosos.
Su caso genera incertidumbre, porque el vehículo estaba en regla, con chapa patente y toda la documentación habilitante para trabajar en el transporte legal de pasajeros.
En diálogo con La Voz, el titular de la remisería en la que trabaja el chofer, aseguró que el detenido no es propietario del auto sino que es su conductor.

“Es un trabajador que hace años presta servicio. Siempre cumplió con los turnos, nunca tuvo un problema y su legajo es intachable. Para tener habilitación, en el rubro se exige certificado de antecedentes limpio, y él lo tenía”, señaló.
Según explicó la fuente, ese sábado el remisero tomó su turno habitual por la tarde, pero luego no volvió a reportarse.
“Nos sorprendió a todos. La hermana del dueño del coche lo estuvo buscando porque no aparecía. Lo último que supimos es que la Policía se llevó el vehículo durante el procedimiento”, agregó.
En la empresa reina la preocupación. Temen que un trabajador con trayectoria haya quedado involucrado en un hecho delictivo, aunque no descartan que haya actuado bajo presión.
¿Un robo improvisado o un plan encubierto?
Para la Policía, hay al menos un punto sospechoso. El auto verde no fue abordado de manera casual en plena marcha, sino que estaba estacionado a pocos metros de la barbería al momento del asalto.
Esa situación despierta dudas sobre si el remisero era cómplice o si, en cambio, fue utilizado por los delincuentes para huir.
“Todo indica que se trató de un hecho improvisado, porque a uno de los sospechosos lo agarraron los propios vecinos. Sin embargo, no se puede descartar que el vehículo estuviera allí con conocimiento previo”, indicó una fuente de la investigación.
Lo cierto es que, por ahora, los cuatro detenidos –incluido el chofer– permanecen a disposición de la Justicia, mientras se intenta determinar si el conductor fue parte activa de la “banda del remis”, como ya los distinguen a los sospechosos en el ámbito investigativo, o una víctima colateral de una fuga torpe.