Se dijo que los acusados al juicio por el crimen de Blas Correas, son 14 y no 13, porque se agregó uno de otro hecho anterior que no tiene nada que ver con ese asesinato. Pero cuando uno se posiciona en la “salita” donde están los acusados en la sala de audiencias de la Cámara 8ª del Crimen los detenidos y los que llegan libres suman 13.
¿Quién falta? A poco de repasar quiénes están presentes, se cae en la cuenta de que hay una sola mujer policía entre los imputados. Se trata de Yamila Florencia Martínez, quien goza de prisión domiciliaria.
Falta nada menos que la policía que admitió haber “plantado” el arma con el objeto de perjudicar a los jóvenes que iban en el Fiat Argo. Ella es Wanda Micaela Esquivel, quien no está en la sala ni se le ha visto la cara.
La respuesta que llega de Tribunales II es que sí está siendo juzgada.
¿Qué sucede entonces?
Todo tiene que ver con lo ocurrido durante la etapa penal preparatoria.
La suboficial Esquivel adoptó un temperamento diferente al de los otros 12 acusados.
Ella, apenas comenzó la instrucción, reconoció los hechos y confesó haber plantado el arma.
Aclaró que lo hizo bajo presión y que fue en cumplimiento de órdenes estrictas a las que, en ese momento, no podía desobedecer.
Canal especial. Todo lo publicado sobre el caso Blas Correas
Por tener una hija pequeña a su cargo, el fiscal José Mana le otorgó la prisión domiciliaria que cumple desde hace unos dos años, después de estar un mes detenida en la cárcel de Bouwer.
Ahora, desde su casa, cada vez que hay debate, es trasladada bajo custodia a la sala de audiencias de la Cámara 8ª del Crimen de Córdoba, donde es alojada en un recinto “aparte”.
Por teleconferencia, Wanda Esquivel sigue el juicio por el crimen de Blas, pero alejada de la mirada de todos.
“Preservarla”
El motivo de todo esto es “preservarla” del contacto “incómodo” con sus camaradas que adoptaron un temperamento diferente ante la acusación.
Sus defensores son Miguel Ángel Ortiz Pellegrini y su hijo Leandro Ortiz Morán, quienes vienen bregando para que se considere su actitud de “colaboración” con la investigación que -dicen- permitió comprometer a sus superiores.
Sostienen que pocos días después de su declaración, el fiscal Mana imputó y detuvo al comisario inspector Juan Antonio Gatica (llega en libertad al juicio).
En la apertura del juicio, el pasado miércoles, Ortiz Pellegrini hizo su “presentación del caso” ante el jurado popular y pidió por su defendida.
Sostuvo que ella “confesó y facilitó mucho la investigación” y que gracias a su declaración “cayeron varios comisarios”.
Para su favor, el penalista utilizó conceptos del fiscal de Cámara, Marcelo Hidalgo, que lo antecedió en su alegato y había calificado al esquema de encubrimiento de la Policía como “la maquinaria tropera”, en relación a cómo se implica a la tropa en las maniobras de ocultamiento de la verdad.
Por eso, Ortiz Pellegrini señaló que resulta difícil para una subordinada con “sólo cuatro meses” en la fuerza oponerse a esa maquinaria impuesta desde las más altas esferas policiales.
En tal sentido, reclamó que debe tenerse en cuenta su actitud y que merece consideración a la hora de ponderar su pena.
Ya no hay ningún “misterio” en este juicio para ella, porque confesó su participación en los hechos.
Por esto y su “colaboración”, sus defensores entienden que no puede recibir el mismo trato que aquellos que confrontan la acusación.
Planteo de la defensa
También Ortiz Pellegrini se hizo eco de una expresión del fiscal que indicó que no sería oportuno hablar de “perejil”. Por eso, el defensor hizo caso al acusador y dijo que Esquivel es el “último orejón del tarro” en la escala jerárquica de la Policía.
El encubrimiento agravado tiene una escala penal de uno a seis años de prisión.
Falta mucho para el final del juicio, pero ya se empiezan a barajar estas cuestiones.
Llegará el momento de que a Esquivel le toque hacerse presente en la sala, ante la vista de todos los presentes. Será cuando le toque declarar, en la audiencia de este viernes o tal vez en la del miércoles próximo.
Su defensor Ortiz Pellegrini ya anticipa que la acusada ratificará todo lo declarado y volverá a involucrar a quienes (también) encubrieron el crimen de Blas.
