Desde que se inició el juicio a Marcelo Macarrón, por el asesinato de su mujer, Nora Dalmasso, el testimonio del exvocero Daniel Lacase era uno de los más esperados.
Lacase fue calificado por el exsecretario de Seguridad de la Provincia Alberto Bertea como “un psicópata”, “un manipulador”, “un mitómano que desvió la investigación”. Asimismo, amigas de la víctima lo señalaron como “un beneficiario” del crimen y un personaje al que “Nora le tenía terror”.
Luego de que se comprobara que no tenía imputaciones en otras causas (que podrían interrumpir una prescripción), fue citado como testigo a la Cámara 1ª del Crimen de Río Cuarto.
El testigo favoreció con sus dichos a todos los argumentos de la defensa. Ni las preguntas del fiscal Julio Rivero ni sus respuestas causaron sorpresa.
La semana anterior, el fiscal pidió que se investigara si Lacase intentó extorsionar a Miguel Rohrer a cambio de “limpiar su nombre” en los medios.
La apertura de una causa por este tema en la fiscalía de turno (como nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo), impidió que le preguntaran sobre “el francés”, a quien los hijos de la víctima sindican como presunto autor del homicidio.
Al declarar como testigo, Lacase tuvo la oportunidad de retrucar cada una de las circunstancias con las que se pusieron en duda su accionar y el del viudo, imputado como presunto autor intelectual de un crimen por encargo, con supuestos “adláteres” no identificados.
Una bomba
A paso muy lento el corpulento abogado pasó entre la marea de periodistas rumbo a la sala de audiencias en los Tribunales de Río Cuarto, sin abrir la boca.
Se retiró de igual modo. Sin hacer declaraciones a la prensa.
Lo primero que aclaró es que fue muy amigo de Macarrón y Dalmasso y luego se alejaron “dadas las circunstancias”.
Entre lágrimas recordó el momento en que le dio a Macarrón la noticia del asesinato de Nora y cómo viajaron de regreso a Río Cuarto. “El estaba devastado y sigue devastado”, afirmó, mientras el viudo también lloraba, en el banquillo y el presidente del Tribunal le ofrecía una servilleta de papel.
Hace días el imputado sostuvo que, para sus hijos, Miguel Rohrer habría sido el autor del hecho y Lacase quien le habría armado la coartada.
El testigo afirmó que Facundo y Valentina “tienen todo el derecho del mundo de dudar de todo, a pesar de
que yo los quiero”.
Los calificó de “extraordinarios” y destacó sus logros académicos.
Por otra parte, admitió que le tramitó la declaratoria de herederos a Macarrón.
“Es una familia a la que le cayó un bomba, no le deseo a nadie lo que han pasado y lo que está pasando Marcelo”, dijo.
En todo momento, Lacase habló bien de Macarrón. Destacó que “no hay una sola persona en Río Cuarto que pueda decir que (como médico) él lo haya dejado de atender”. En contra de la acusación, lo describió como “generoso”.
“No le voy a preguntar quién, le voy a preguntar por qué mataron a Nora Dalmasso”, le expresó el fiscal. “Ojalá lo supiera”, respondió Lacase.
Deudas y “venganza”
El fiscal Rivero le refirió al exvocero que la amiga que salía a caminar con Nora Dalmasso, María del Carmen Pelleriti de Gahona, dijo que aquella le tenía miedo y afirmó: “Si aparezco muerta, busquen a Lacase”.
El testigo deslizó que los dichos pudieron obedecer a que, como abogado, tras varios plazos incumplidos, en el 2013 le embargó la casa a esta mujer, por una deuda de su ex esposo.
Lacase negó rotundamente haber tenido contacto con el grupo de policías liderados por Rafael Sosa, que impulsaron la imputación del pintor Gastón Zárate.
Responsabilizó a Alberto Bertea, como ex secretario de Seguridad por la llegada a Río Cuarto de “cinco policías que después nos enteramos eran muchachos armadores de causas”. Dijo que Bertea “perdió su puesto por el zafarrancho que hizo” y no por ser amigo de Magnasco.
Sostuvo que aportó a la Justicia la lista de personas que habían estado con Miguel Rohrer en Buenos Aires el día del crimen, a pedido de “un policía pelado del grupo de Sosa
Le hicieron ver la conferencia de prensa que dio el viudo a días del crimen.
Interpretó que Macarrón pudo haber dicho que perdonaba a la víctima por consejo del cura Jorge Felizzia (ya fallecido).
Mencionó que en el velorio, el forense Martín Subirach le habría dicho al viudo que Nora había muerto en el marco de “una fiesta sexual”.
En favor de Macarrón, dijo que no fue su vocero, que todo lo que expresó fue a título personal y hasta dijo que pudo haber sido mal consejero. Sostuvo que pidió que se investiguen las fiestas producidas la noche del crimen y el asado donde estaban Bertea y Magnasco, porque “temía, por una intuición, que no se investigara como se debía el caso”.
Tras mencionar que Rohrer bailaba con Nora Dalmasso “a cococho” en las fiestas, dijo que él es “chapado a la antigua” y no le caía bien “que un amigo se podría haber portado mal con la señora de otro amigo”.
Sobre su alejamiento del empresario, se limitó a expresar que “hubo una desaparición de Rohrer de Río Cuarto (…) el tenía amigos más íntimos donde se refugió”.
Juan Dalmasso, el hermano de Nora, asistió este martes, por primera vez, como público a la audiencia.
Dijo que la declaración de Lacase “no esclareció nada”.
“No tenía expectativas, porque son abogados…”, murmuró al salir de Tribunales.
